Las credenciales de un Ministro

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Proposito. Comprender que nuestra unica credencial es la Palabra y lo unico que da exito a nuestro ministerio
Introduccion.
Al igual que Petuel no se sabe nada de Joel. Mi pregunta al principio fue porque Dios no nos dio mas detalles como lo hizo con los otros profetas, por lo menos con los que pertenecen al canon.
Pienso que la única explicación se encuentra en el inicio del versículo 1: “Palabra de Jehova que vino a Joel...”
Aunque el librito de 3 capítulos es de Joel, en realidad el no es su autor, el tema de fondo ni perifierico se trata de Joel. Prácticamente su nombre solo se le puede encontrar en el primer versículo y de allí desaparece porque no es el profeta el protagonista de esta historia, es la Palabra profética de Dios.
Joel no le le interesa hablar de el, prefiere estar en el anonimato total. Inclusive parece ser un don nadie por así decirlo. Es posible que en su tiempo al salir hablar su profecía las personas lo vean posesionarse en un lugar estratégico y digan o piensen: “Que nos va decir este sino es mas que uno de nosotros”. Aunque algún comentarista dice que pertenecía a la familia sacerdotal, no es confirmado.
Lo cierto que la primera enseñanza de este librito se resume en una frase: “La Palabra primero y tu desapareces”
Me gusta esta expresión: “Desaparecer y no ser protagonista”. Hoy las personas buscan ser protagonistas y llevarse los honores y los éxitos. Así es dentro de las filas del ministerio pastoral hay un hambre de ser protagonista de nuevos métodos y estrategias de evangelismo, o de aparecer en TV y ser reconocido como buen orador o sucesor de un buen orador.
El hombre de Dios no busca el éxito de los standares del hombre, busca intensamente la Palabra de Dios hasta que ella viene a el, lo encuentra y lo envuelve y hace de el un mensajero de un claro mensaje profético para su tiempo, tiempo de apostasía, tiempo de crisis espiritual y de rebelión y pecado.
Ojala los hombres de Dios actuales desaparecieran mas de las camaras y escenarios y se vean mas encendiendo los corazones de los que sufren y mas en ellos las huellas de la Palabra viviente.
No se sabe mas de Joel, y pienso para que saber mas de el? que importancia tiene saber de el? acaso no se trata justamente de eso la vida del cristiano, como lo dijo Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y YA NO VIVO YO mas vive Cristo en mi”. Así lo comprendió el profeta Juan el Bautista cuando declaro: “Es necesario que el cresca y YO MENGUE”.
Porque el afan de los ministros de hoy aparecer en primeras filas y en las pantallas y en los informes? el libro de Joel no es para esta clase de personas.
LAS CREDENCIALES
La importancia de un hombre de Dios no radica en su historia, no radica en su linaje familiar, en sus grados academicos, en su experiencia, en su capacidad o talentos. La importancia de este profeta solo radica en que: “La Palabra de Dios vino a el...”
El Hombre de Dios lleva las credenciales del cielo porque lleva la Palabra, porque si habla con toda seguridad es porque hablara el mensaje de Dios, y porque esa Palabra es tan grande en su persona que el hombre desaparece y lo que se ve en su vida es una reprensión de la Palabra para otros.
La Palabra primaba en la vida de Joel, se nota a las claras en esto. Es cierto que vivía en una época de gran apostasía e incredulidad, entonces tenia que ser convincente. El no echo mano de herramientas sociológicas o psicológicas o filosóficas para advertir a sus contemporáneos. El sabia y conocía el poder convincente de la Palabra y del Espíritu Santo nada mas. En realidad Joel no tenia otro recurso, solo eso, pero eso era todo lo que un predicador, un mensajero, un pastor, un cristiano necesita.
POSEÍDO DE LA PALABRA
Póngase a pensar en esto. Lo único que necesitas para ser un hombre de Dios es que tengas la Palabra y el Espíritu Santo.
No es tener la palabra de Dios físicamente, es poseer la Palabra, en realidad es que la Palabra de Dios te posea a ti. Dice el versículo:” Palabra de Dios vino...”
La Palabra de Dios viene a nosotros cuando le permitimos que venga, cuando intencionalmente nos abrimos como un vaso, o como una flor que recibe los rayos. La palabra de Dios no viene sobre un hombre con un corazón que tiene otros intereses egoístas como simón el mago que deseaba el poder del Espíritu para su éxito, para su salario.
Nosotros nos abrimos a la Palabra para ser poseídos por ella, nos tome y nos haga sus instrumentos. Estas son nuestras credenciales, las únicas.
No desmerezco el trabajo, el salario, la experiencia, la familia, la inteligencia, solo pienso que Dios valora y busca algo mas importante, esta en busca de algo mas en nosotros.
CITA: La sierva del Senor nos dice en estas Palabras conmovedoras:
“Al elegir a hombres y mujeres para su servicio, Dios no pregunta si son instruidos, elocuentes o ricos en bienes de este mundo. Pregunta: “¿Andan con tal humildad que yo pueda enseñarles mis caminos? ¿Puedo poner mis palabras en sus labios? ¿Serán representantes míos?” CE 50.1
Dios puede emplear a cada uno en la medida en que le es posible derramar su Espíritu en el templo de su ser. El trabajo que él acepta es el que refleja su imagen. Sus discípulos deben llevar, como credenciales para el mundo, las características indelebles de sus principios inmortales.—Joyas de los Testimonios 3:145, 146 (1902)
CONCLUSIÓN
Que Dios nos haga sus hombres, cuando comprendamos que lo primero y lo ultimo en nuestra vida es su Palabra.
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