La Conversión de Jacob

Génesis: Un Estudio de los Principios   •  Sermon  •  Submitted
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Introducción
Buenos días amada iglesia. Es un privilegio estar aquí con ustedes. Un gusto tener la oportunidad nuevamente de reunirnos como la iglesia. Esta mañana tengo el privilegio de compartir de Génesis 32, un capítulo de sumamente importancia en la vida de Jacob, el nieto de Abraham y el hijo de Isaac. Ellos son herederos de la promesa de Dios. El Señor les usó en su obra redentora en rescatar un mundo y un pueblo del pecado.
Para iniciar, quisiera lanzar una pregunta:
¿Quien fue Jacob?
Basada en lo que hemos visto en los últimos capítulos, Jacob fue un engañador. Fue un malcriado. Fue alguien egoísta.
Quisiera lanzar una otra pregunta:
¿Usted ha conocido alguien así?
¿Quizás fue usted mismo?
¿Quizás fue un miembro de la familia?
¿Quizás fue un amigo?
¿Alguien quien se le cayó mal?
Hay ciertas personas en nuestras vidas quienes son difíciles. Personas quienes nos han causado pensar:
Creo que no hay esperanza para esta persona.
Está persona es tan pérdida.
Se ha desviado en una manera grave.
Transición
Jacob fue alguien así. Jacob fue alguien quien robó la bendición de la primogenitura de su hermano Esaú (Gn. 27:26-29). Fue alguien quien tuvo favoritismo hacia su esposa Raquel (Gn. 29:30). Fue alguien quien tuvo conflictos con su suegro Labán (Gn. 31:2).
La Biblia nos muestra hasta este capítulo alguien quien es el opuesto de un ser piadoso.
Por el conflicto con su suegro Labán (Gn. 31:2), le tocó Jacob volver a la tierra de su nacimiento, la tierra de Canaan, la tierra prometida a su abuelo Abraham y su padre Isaac.
La tierra es un aspecto del pacto entre Dios y Abraham.
En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. - Gn. 15:18-21
Tierra
Simiente
Bendición
Jacob está en camino a la tierra prometida. Con Labán atrás, y Esaú por delante, Jacob estuvo en una situación desesperada.
Leer Génesis 32:1-32
Oración
La Promesa de Dios Sigue a Pie (Génesis 32:1-2)
Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. - Gn. 32:1-2
Jacob está en la frontera entre la tierra de Canaan y la tierra de los extranjeros. Antes de pisar en la tierra prometida, ¿que vio él?
La presencia de los ángeles.
Los ángeles estuvieron dándole a Jacob la bienvenida a la tierra prometida. Esto fue una confirmación que El Señor estuvo con Jacob, en la misma manera que la visión de la escalera entre el cielo y la tierra en su salida de Canaan fue una demostración de la presencia de Dios con él (Gn. 28:12).
Principio Bíblico
Un tema que hemos visto en el transcurso del estudio de la familia de la promesa es la fidelidad de Dios pese que la familia muchas veces no era fiel ni obediente. Cuando Dios hace una promesa incondicional, Él la va a cumplir. Algunos atributos de Dios que hemos visto en este estudio son:
La paciencia de Dios: No vio un cambio de corazón inmediato, pero en su paciencia siguió trabajando con la familia.
La gracia de Dios: Dios sigue mostrando su bondad hacía la familia, pese que ellos no la merecen.
Conexión
Como la familia de la promesa, muchas veces nosotros no somos fieles y obedientes al Señor. Es tan fácil intentar de ser “dios” en nuestras propias vidas.
Queremos todo el poder encima de nuestras circunstancias.
Manipulamos personas para que hagan lo que queremos en una circunstancia dada.
Queremos agradar la carne sin tomar en cuenta la santidad de Dios y nuestro llamado de ser santos también. Sin tomar en cuenta que sus mandamientos son para nuestro bienestar.
Mantenemos vicios destructivos en un intento de darnos consuelo, paz, y placer
Queremos estar en el centro de la atención en vez de buscar honrar al Señor
Queremos que la gente nos den su aprobación en vez de enfocar en el Señor.
Y aún así, a pesar de que muchas veces tenemos tales actitudes, El Señor nos ha mostrado su fidelidad.
Él nos perdona cuando le pedimos.
Él provea por nuestras necesidades.
Él siempre está dispuesto escuchar los ruegos y las suplicas de sus hijos
En la misma manera que Dios mostró su bondad y su fidelidad hacia esta familia, Él lo hace con nosotros también.
Aquí, en este texto, Él confirmó con la presencia de los ángeles que Él no se ha olvidad del pacto que Él hizo con Abraham.
El Temor de Jacob (Génesis 32:3-23)
Jacob está a punto de entrar la tierra prometida, la tierra donde habitaba su hermano Esaú. Y Jacob tuvo temor.
¿Por qué?
¿Qué fue la última interacción entre Jacob y Esaú?
Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. - Gn. 27:41
Esaú quiso matar a Jacob. Y ahora, en versículo 6, Esaú tuvo 400 hombres con él para recibir su hermano. Seguramente Jacob estuvo pensando: me voy a morir.
¿Cómo respondió Jacob?
En oración al Señor. Una oración basada en la fidelidad de Dios con su promesa.
Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud. - Gn. 32:9-12
Un regalo para entregar a Esaú en un intento de apaciguar su ira.
Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos. Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada. Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti? entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros. Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis. Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto. Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento. - Gn. 32:13-21
Principio Biblico
Jacob, en su desesperación, clamó al Señor. Adicionalmente, él se puso en acción un plan en el cual él apaciguara la ira de su hermano. Confianza en Dios y acción del parte de nosotros no necesariamente necesitan estar en conflicto.
Su oración es un modelo para nosotros:
Una afirmación en las palabras de Dios (vs. 9).
Una expresión de humildad y honestidad delante de Dios (vs. 10-11)
Una re-afirmación de las palabras de Dios (vs. 12)
Sumado a esto, él se actuó en la forma de enviar el regalo.
Conexión
Más probable, usted ha experimentado un momento en su vida muy difícil. Un momento en el cual usted estuvo desesperada. Cuando no se apareció una raya de esperanza. Un momento completamente en necesidad por un milagro del parte de Dios.
Un divorcio difícil
La pérdida de un hijo u otro ser querido
Un crisis financiero en el hogar
Una decisión difícil en cuanto a su futuro
Cuando tales momentos vengan a nosotros, aquí tenemos una oración que podríamos implementar en nuestras propias vidas. También, El Señor nos ha dado maneras y gracia común que debemos implementar en congruencia o a lado de la oración.
Si fuera alguien con problemas económicas, por ejemplo, yo debo orar en humildad y honestidad delante de Dios. A la vez, debo buscar empleo, debo ser diligente, debo pensar de maneras honestas en las cuales podría proveer por mi familia.
Transición
Jacob está madurando, no es la misma persona de veinte años antes, pero aún le falta un verdadero encuentro con El Señor.
Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. - Génesis 32:22-23
La Conversión de Jacob (Génesis 32:24-32)
Después de haber enviado su familia al otro lado del río, Jacob luchó con un varón desconocido por toda la noche. Este episodio encuadra la lucha que Jacob había tenido por toda su vida hasta este momento.
Luchó con Esaú
Luchó con Labán
Ahora, Él está luchando con El Señor
Y por fin, con El Señor, Jacob no le pudo vencer.
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. - Génesis 32:25
Con un toque de su mano, el varón misterioso hirió a Jacob. Jacob estuvo aferrando al este hombre misterioso, buscando, por fin, descanso en una bendición.
¿Cuál es tu nombre?
Suena una pregunta muy sencilla. ¿Cuál es tu nombre? Podría decir Mike. Pero en esta época, la nombre de alguien representó su identidad.
¿Qué significó Jacob?
Un suplantador, o un engañador. Por fin, él se dio cuenta de su naturaleza verdadera. Humildemente, él confesó su identidad verdadera.
Un engañador
Un suplantador
Pero vemos que El Señor cambió su nombre en versículo 28. Él cambió su identidad.
Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel;[a] porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. - Gn. 32:28
En la luz de su encuentro con El Señor, Jacob se llamó el nombre del lugar: Peniel.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel;[a] porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. - Génesis 32:30
Principio Bíblico
Este es el primer relato de una conversión en La Biblia. En nuestro pecado, somos mentirosos, engañadores, desobedientes, divisivos, orgullosos, y llenos de temor. Este es la consecuencia del hecho que estamos en Adán, porque su pecado en Génesis 3 tiene consecuencias en las vidas de cada una de nosotros.
Pero salvación y perdón de Dios viene cuando nos estamos humillados antes de Él. Cuando confesamos en tristeza piadosa y desesperación quienes somos en el fondo.
Conexión e Ilustración
Creo que El Señor me salvó cuando tuve 19 años. A esta edad, empecé de entender las buenas nuevas de Jesús, y me gustó estar a solas con El Señor en oración en un bosque cerca de la casa de mis papás.
Una vez, en un tiempo de oración, estuve abrumado con la grandeza y la santidad de Dios. Pude ver su creación, y en mi oración estuve expresando cuán grande es Él según lo que esta revelada en La Palabra.
A la vez, estuve abrumado con mi propio pecado. Antes de su santidad, me di cuenta de cuán odioso fue...
… mi lujuria
… mis mentiras
… mis explosiones de iras
… mi orgullo en pensar de que necesito ser el mejor que todos
… mis blasfemias
Estuve derrotado por mi pecado. Supe que merecí la ira y el castigo del Dios Santo. Pero de allí por fin entendí la grandeza de lo que hizo Cristo Jesús.
Él tomó el castigo mío, como si él hubiera cometido todos los pecados míos. El precio por mi pecado ya ha sido pagado, y por eso puedo disfrutar el perdón de Dios y amistad con Él. Un cambio en identidad desde un esclavo al pecado a hijo de Dios.
Mi pregunta para nosotros esta mañana es...
¿Usted ha experimentado una verdadera conversión?
¿Usted se ha dado cuenta de su pecado?
¿Su necesidad de un Salvador?
Conclusión
Jacob fue alguien imperfecto, pero un recipiente de la fidelidad de Dios.
Jacob fue alguien en necesidad, y clamó al Dios del pacto en su momento de desesperación.
Jacob fue alguien quien fue confrontado con su naturaleza verdadera. Su naturaleza como pecador.
Pero por fin, en humildad, él se humilló delante del Señor. Él buscó salvación (la verdadera bendición) solo en el Dios del Pacto.
El pecado nuestro nos da un nombre:
Ladrón
Fornicador
Adúltero
Un Mentiroso
Un Vago
Un Adicto
Una Víctima
Pero este Dios del Pacto en la persona de Cristo Jesús nos ofrece un nuevo nombre. si nos humillemos delante de Él y si busquemos salvación de la esclavitud del pecado solamente en Él. El nuevo nombre de:
Hijo o Hija de Dios
Amigo o Amiga de Jesús
Justificado delante de Dios
Perdonado
Santificado
Un Miembro del Reino de Dios
Un Miembro del Cuerpo de Cristo
¿Usted ha tenido este encuentro con Dios?
¿Usted quiere un nuevo nombre?
Si usted se ha humillado delante de Dios, y ha puesto su fe en la obra completada de Jesús, usted vive en la luz de la nueva identidad.
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