Ciudadanos del Cielo 1

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Somos ciudadanos del cielo, y debemos vivir como tales. Esta esperanza nos eleva por encima de cualquier adversidad terrenal.

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Filipenses 3:20 (NVI)
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.

INTRODUCCIÓN:

¿Sabías que, si has nacido de nuevo, ya no eres ciudadano de este mundo? Por supuesto, todavía vives en él. En lo natural, operas en medio de un sistema natural y decadente que está llegando a su fin, y no hay posibilidades de que esto mejore. Sin embargo, aunque vivas en este mundo, no le perteneces.
¡Tu ciudadanía está en el cielo (Filipenses 3:20)! Has nacido de Dios y, espiritualmente, has sido trasladado a Su reino. En este mismo momento, mientras caminas en esta Tierra en tu cuerpo físico, el reino de Dios mora en vos; estás viviendo en él y tenes acceso a todos sus recursos, derechos y privilegios de ciudadano.
¡No tenes que preocuparte por nada en este mundo de locos!
Si tan solo caminaras en el poder de tu ciudadanía celestial, podrías superar cualquier desafío que el mundo te depare.
Puedes triunfar sobre las circunstancias difíciles y sobre todos los problemas que el diablo promover en este lugar.
Hebrews 11:16 NVI
Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.
Hechos de los Apóstoles 1:11 (NVI)
—Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
John 14:1–3 NVI
»No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.
Pero mientras esperamos ir a la patria celestial, en este mundo debemos seguir preservando la cultura, las costumbres, y por sobre todo el proposito por el cual estamos en este mundo.
Hoy vamos a hablar de lo mas basico que un ciudadano del cielo tiene que saber mientras está de transito por la tierra.

DESARROLLO:

UN IDIOMA

1 Corinthians 2:13 NVI
Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales.
Ephesians 5:19–20 NVI
Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Este es un idioma que se aprende y aunque muchos lo puedan repetir como loros, el día de la prueba pone en evidencia lo que realmente somos, y eso pasa de manera negativa, significa que tenemos que convertirnos.
Matthew 12:34 NVI
Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
Matthew 26:73–74 BTX
Y un poco después, acercándose los que estaban de pie, dijeron a Pedro: En verdad tú también eres de ellos, porque hasta tu manera de hablar te delata. Entonces comenzó a maldecir y a jurar: ¡No conozco a tal hombre! Y enseguida cantó un gallo.

UNA IDENTIDAD

IDENTIDAD: Conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que permiten distinguirla de otras en un conjunto.
IDENTIDAD CULTURAL: Identidad cultural es un conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elemento cohesionador dentro de un grupo social. Y que actúan como esencia para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia.
Gálatas 3:26–27 (NVI)
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús,
porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.
Romans 8:29 NVI
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
1 Tesalonicenses 5:5 (NVI)
Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad.
Philippians 2:15 NVI
para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento,
Debemos renunciar a nuestra vieja identidad.

UNA FAMILIA

Ephesians 1:5 NTV
Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.
Ephesians 2:19 NVI
Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios,
1 Timothy 5:1–2 NVI
No reprendas con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza.
Hebrews 2:11 NTV
Por lo tanto, Jesús y los que él hace santos tienen el mismo Padre. Por esa razón, Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos,

CONCLUSIÓN:

Luke 22:29–30 NVI
Por eso, yo mismo les concedo un reino, así como mi Padre me lo concedió a mí, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
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