Haciendo que la gracia sea admirable

SCUELA DE EVANGELISMO BIBLICO  •  Sermon  •  Submitted
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La gracia nunca tuvo mayor sentido para mí o llegó a ser más bella, como cuando veía la luz de la Ley Santa de Dios. La ley ilumina el entendimiento del pecador y muestra que la gracia de Dios es admirable.

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Lección 2
Romans 5:20 NBLA
20 La ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,

Introducción:

La gracia nunca tuvo mayor sentido para mí o llegó a ser más bella, como cuando veía la luz de la Ley Santa de Dios. La ley ilumina el entendimiento del pecador y muestra que la gracia de Dios es admirable.
Oswald Chambers dijo, “Todo el cielo está interesado en la cruz de Cristo, todo el infierno le teme terriblemente, mientras los hombres son los únicos seres que más o menos ignoran su significado”.
La objeción que vamos a responder esta noche es.

“La Madre Naturaleza lo echo todo a perder...”

Huracanes, tornados, inundaciones, sequías, y terremotos matan decenas de miles de personas cada año. Multitudes soportan enfermedades incurables, sufrimientos sin fin y dolores indescriptibles. Muchos que no son cristianos culpan a la insensible Madre Naturaleza por darnos todo este dolor. Ellos fallan al no considerar que “La Madre Naturaleza” tenga un socio mayor Dios Padre.
Sin embargo, si Dios es el responsable de todos los sufrimientos, esto presenta un dilema interesante. Si Dios es la figura de un padre “lleno de amor”, como se nos ha dicho, tenemos tres opciones:
1. Dios lo echó todo a perder cuando hizo todas las cosas (El es creativo pero incompetente);
2. Dios es un tirano que disfruta ver a los niños morir de leucemia;
3. Algo entre Dios y el hombre está radicalmente mal.
Estas son nuestras opciones... y aquellos que se toman el tiempo, para considerar la evidencia, se inclinarán por la número tres. Algo entre Dios y el hombre está definitivamente mal y la Biblia nos dice lo que es.
Hay una guerra que continúa. Se nos dice que la humanidad, es enemiga de Dios en su mente, haciendo malas obras.
Colossians 1:21 NBLA
21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras,
Esto no es difícil de ver. El hombre está cometiendo continuamente actos de violencia como matar, violar, mentir, robar, etc. Como lo confirman las noticias. El hombre usa el nombre de Dios como una maldición, mientras la Madre Naturaleza se lleva la gloria por su creación a menos que haya un terrible desastre. Entonces el hombre lo llama “Obra de Dios”.
Un acróstico aplicable para guerra (WAR) es Nosotros Estamos Bien (We Are Right).

Guerra (WAR) Nosotros Estamos Bien (We Are Right).

Cualquier país que va a la guerra lo hace porque tiene la convicción de que está en lo correcto. Una mirada rápida a la ley de Dios, nos muestra sin embargo, quién está en lo correcto y quién se equivoca. Nosotros, no Dios, somos la parte culpable. Si deseamos que sus bendiciones vuelvan a nuestra nación y a nuestras vidas, debemos estar en paz con Él y esto es posible sólo a través de la fe en Jesucristo.
Las buenas nuevas del evangelio es que, en la cruz del calvario, Dios extendió Su Gracia hacia la humanidad. No hay palabras que puedan expresar las maravillas de Su Gracia como la gráfica ilustración en la sangrienta cruz. La Gracia puede ser definida como “un favor inmerecido para quien no lo merece”. En otras palabras, “Las Riquezas de Dios a Expensas de Cristo”.
La pregunta que debiera estar en el corazón de cada cristiano, es, cómo podemos mostrar mejor la gracia admirable de Dios a este mundo perdido. Nosotros les decimos a los pecadores que Dios les amó tanto, que ha dado a Su Hijo Unigénito para que muriera en lugar de ellos, sin embargo, esto parece tener menos relevancia que el pronóstico del tiempo de hoy. Para ellos, al menos el pronóstico es aplicable aquí y ahora.
La solución a este dilema la podemos encontrar en
Romans 5:20 NBLA
20 La ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
Aquí se nos informa porqué Dios nos ha dado su ley, “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. Cuando abundó el pecado, la gracia “sobreabundó”. De acuerdo a Las Escrituras, lo que hace abundar el pecado es la ley.
Podemos ver la obra de la ley de Dios ilustrada en la ley civil. Por ejemplo, cuando no hay señales visibles de la ley en la carretera, los automovilistas a menudo transgreden el límite de velocidad; aparentemente cada conductor se dice a sí mismo que la ley ha olvidado patrullar su zona de la carretera. Está transgrediendo la ley por sólo 15 millas por hora y además no es el único que lo hace.
Notemos qué es lo que sucede cuando la ley aparece por el carril rápido, con luces rojas intermitentes. El corazón del conductor da un vuelco. Ahora no está tan seguro de que otros conductores también están conduciendo rápido. Él sabe que es personalmente tan culpable como cualquier otro, pero él podría ser el que la ley atrape. El hecho de que hay otros que lo están haciendo es irrelevante. De repente, su “simple” transgresión de 15 millas por hora, no parece ser después de todo pequeña, sino grande.
Mira la vía rápida del pecado. El mundo va naturalmente con la corriente. ¿Quién no ha tenido un “desliz” (o ha deseado tenerlo) una que otra vez?, ¿Quién en la sociedad de hoy no dice alguna mentira “piadosa”?, ¿Quién no toma algo que le pertenece a otro, aunque sea algo pequeño? Los pecadores saben que están haciendo mal, pero su seguridad está en el hecho de que muchos otros son tan culpables, sino más. Pareciera que Dios ha olvidado todo acerca del pecado y Los Diez Mandamientos. El pecador dice en su corazón: “Dios se ha olvidado; Ha escondido Su rostro; nunca verá nada” Salmo 10:11.
Ahora, mira la ley entrando con sus luces rojas brillando. El corazón del pecador da un vuelco. Él pone sus manos sobre su boca. Examina el velocímetro de su conciencia. De pronto, este le muestra la medida de su culpabilidad con una nueva luz - la luz de la ley. Su sentido de seguridad, basado en el hecho de que muchos lo hacen, se torna irrelevante porque todo hombre deberá dar a Dios cuenta de sí mismo. El pecado no solo llega a ser personal, sino que pareciera “abundar”. Su mera lujuria llega a ser adulterio del corazón.
Matthew 5:27–28 NBLA
27 »Ustedes han oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. 28 »Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.
su mentira piadosa, falso testimonio.
Revelation 21:8 NBLA
8 »Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda».
su propio camino se convierte en rebelión; su odio en asesinato.
1 John 3:15 NBLA
15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él.
su mano larga lo hace un ladrón - “cuando la ley entró, abundó el pecado”. Sin la entrada de la ley el pecado no es personal, ni se hace evidente: “Porque aparte de la ley el pecado está muerto.” Romanos 7:8.
El “mandamiento” fue lo que le mostró a Pablo el pecado en su verdadera dimensión - o sea que es “extremadamente pecaminoso” acordando de Romanos 7:13. Pablo habló de su propia experiencia porque él se había sentado a los pies de Gamaliel, “el gran maestro de la ley” y por eso vio el pecado en sus vivos colores.
De acuerdo a Las Escrituras “(la función real de) la ley es que los hombres reconozcan y sean conscientes del pecado (no una mera percepción, sino un conocimiento del pecado que le lleva al arrepentimiento...)”.
Charles Spurgeon dijo que “la ley sirve para un propósito muy necesario”. Que verdaderas son sus palabras respecto a los pecadores: “Ellos nunca aceptarán la gracia, hasta que tiemblen delante de la ley justa y santa”.
Aquellos que ven el rol de la ley serán Hijos del Trueno antes que sean Hijos de la Consolación. Ellos saben que los zapatos del orgullo humano deben ser quitados antes que los pecadores puedan acercarse a la zarza ardiente del evangelio.
Es importante darnos cuenta, que podemos provocar lágrimas en la respuesta de los pecadores al decirles que Dios les ama. El mensaje es más atractivo para ambos, cristianos y pecadores. Ciertamente, es más fácil hablar del amor que del pecado. Muchos años atrás, antes que entendiera la función de la ley de Dios, le hablé a una prostituta del amor de Dios y me gocé cuando inmediatamente ella comenzó a llorar.
Sin saberlo, sus lágrimas no eran lágrimas de un arrepentimiento santo por sus pecados, sino meramente una respuesta emocional a la necesidad del amor de un padre. En mi ignorancia, la guié con gozo a una oración de entrega. Sin embargo, me desanimé un tiempo después cuando ella volvió atrás y su frágil corazón se transformó en un corazón muy endurecido a las cosas de Dios.
Paradójicamente, la ley hace que la gracia abunde, de la misma forma en que la oscuridad hace brillar la luz. Fue John Newton, el escritor de “Gracia Admirable” o “Sublime Gracia,” quién dijo que el entender mal la armonía entre la ley y la gracia produciría “un error en la mano izquierda y en la derecha”. No sé si alguno de nosotros puede tener mejor entendimiento de lo que significa la gracia, que el que escribió ese himno.
Para ayudar a los pecadores a entender que la gracia es verdaderamente admirable, usa la Ley Moral de Dios. Como John Wesley advirtió a un joven evangelista: “Para un evangelismo efectivo, predica el 90 por ciento de la ley y el 10 por ciento de la gracia”.

Plumas Para las Flechas

Imagina que regresas en el tiempo doscientos años y tratas de describir un Jumbo Jet. Dices: “De donde yo vengo, tenemos unas enormes latas de estaño, que pesan cientos de miles de toneladas, que atraviesan el cielo flotando con cientos de personas adentro”. Alguien dice “¿Piensas que somos tontos? Eso es imposible. Hay una cosa que se llama la ley de la gravedad. Ni siquiera una pluma puede atravesar el cielo flotando, sin descender”.
Sin embargo, ahora hemos descubierto que cuando un objeto de un diseño particular viaja a cierta velocidad, se mueve fuera de la ley de la gravedad hacia otra ley, la ley de la aerodinámica. La ley de la gravedad permanece, pero el objeto la supera. También hemos descubierto que cuando una persona llega a ser cristiana se mueve de una ley a otra. La ley de la vida en Cristo supera la ley del pecado y de la muerte. El cristiano vive en un plano mayor:
Romans 8:2 NBLA
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.

Las últimas palabras:

Tony Hancock (comediante británico)
“Nadie sabrá que yo existí. Nada para dejar atrás. Nada que legar. Nadie me llorará. Este es el soplo más amargo de todos”.
Vamos a decir nuestro versículo conjuntos otra vez.
Romans 5:20 NBLA
20 La ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
Vamos orar:
Padre, ¡qué gracia tan asombrosa nos has mostrado pecadores desagradables! ¡Gracias por el regalo de la salvación! ¡El regalo gratuito de la salvación! Ayúdanos a apreciar lo que has hecho por nosotros y compártelo con otros también. En el nombre de Jesús, amén.