El problema con el evangelismo moderno

SCUELA DE EVANGELISMO BIBLICO  •  Sermon  •  Submitted
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Give some deep thought to this lesson, because the essence of the entire School of Biblical Evangelism pivots on the illustration given in this chapter. It exposes the motive of the sinner and reveals the pitfalls of the modern gospel message.

Notes
Transcript
Lección 3
Proverbs 11:4 NBLA
4 De nada sirven las riquezas el día de la ira, Pero la justicia libra de la muerte.

Introducción:

Reflexiona profundamente en esta lección, porque la esencia de la Escuela Bíblica de Evangelismo gira en relación con la ilustración dada en este capítulo. Expone la motivación del pecador y revela la falla del evangelismo moderno.
Martín Lloyd-Jones dijo, “El problema con la gente que no está buscando a un Salvador y para salvación, es que no entienden la naturaleza del pecado. La función peculiar de la ley es traer tal entendimiento a la mente y a la conciencia del hombre. Es por eso que grandes predicadores evangélicos 300 años atrás, en el tiempo de los puritanos; 200 años atrás, en el tiempo de Whitefield y otros, estaban siempre comprometidos en lo que ellos llamaban “El Trabajo Preliminar de la Ley”.
La objeción que vamos a responder esta noche es.

“Yo estoy bien. No necesito a Dios”

Mucha gente siente esto debido al mensaje del evangelio moderno. Este dice que Jesús te ayudará en el matrimonio, te quitará el problema de la droga, llenará el vacío de tu corazón, te dará paz, gozo, etc. Al hacer esto, limita el campo de influencia del evangelio. Si el mensaje de la cruz es para las personas que tienen problemas en el matrimonio, están solos y tienen dificultades, entonces aquellos que son felices no verán su necesidad del Salvador.
El perdón de Dios en Jesucristo es realmente para personas con malos matrimonios y personas con buenos matrimonios. Es para gente feliz y gente triste. Es para personas con problemas y sin ellos. Es tanto para aquellos que son miserables en sus pecados, como para aquellos que disfrutan los placeres temporales del pecado. Quienes piensan que están bien, necesitan ser confrontados con una ley santa que han violado una multitud de veces. Sólo entonces, podrán verse a sí mismos a través de los ojos del Juez del Universo e irán volando al Salvador.

Lección:

Cuando comencé a evaluar las estadísticas de crecimiento de las iglesias en todo el país (Estados Unidos), encontré para mi horror, que el 80 y el 90 por ciento de aquellos que tomaban la decisión por Cristo, habían vuelto atrás en la fe. Es decir, que el evangelismo moderno estaba creando el 80 y el 90 de lo que comúnmente llamamos apartados por cada cien que tomaron la decisión por Cristo.
Por ejemplo, en 1991, una de las más grandes denominaciones de los Estados Unidos llegó a obtener 294.000 decisiones por Cristo. Desafortunadamente, sólo pudieron encontrar 14.000 que se congregan, lo que significa que ellos no pudieron informar acerca de las 280.000 decisiones - este es un resultado normal en el evangelismo moderno.
La tragedia del evangelismo moderno es que, a fines del siglo veinte, la iglesia renunció a la ley por la capacidad de convertir el alma y guiar pecadores a Cristo. El evangelismo moderno tenía que encontrar otra razón para que los pecadores respondieran al evangelio y la razón elegida fue el tema de “una vida mejor”.
El evangelio degeneró en “Jesucristo te dará paz, gozo, amor, satisfacción y felicidad duradera”. Comúnmente se dice que “Nunca encontrarás la verdadera felicidad hasta que no vengas al Señor. Tienes un vacío con forma de Dios en tu corazón que solo Él la puede llenar. Dios sanará tu matrimonio y te sacará del problema de la adicción. Él te sacará de la dificultad económica y será tu mejor amigo”. La siguiente anécdota ilustrará una enseñanza popular que carece de fundamento bíblico.
Dos hombres están sentados en un avión. Al primero le dan un paracaídas y le dicen que se lo coloque porque este mejorará su vuelo. Al principio, él se muestra un poco escéptico porque no entiende cómo, usar un paracaídas en el avión, mejorará su vuelo. Decide experimentar y ver si lo que le han dicho es verdad. Cuando se lo coloca, nota el peso que tiene sobre sus hombros y encuentra que tiene dificultad en sentarse derecho. Sin embargo, se consuela a sí mismo con el hecho de que le han dicho que el paracaídas mejorará su viaje. Así que decide dejárselo un tiempo más.
Mientras espera, nota que algunos de los pasajeros se están riendo de él porque usa un paracaídas en el avión. Comienza a sentirse de alguna forma humillado. Como ellos continúan señalándolo y burlándose de él, no puede aguantar más. Se escurre en su asiento, se desabrocha el paracaídas y lo arroja al piso. Desilusión y amargura llenan su corazón, debido a que, según él, lo que le han dicho no es otra cosa que una mentira.
Al segundo hombre también le dan un paracaídas, pero escucha lo que le dicen: Le explican que en cualquier momento estará saltando fuera del avión a 25.000 pies de altura. Este hombre, agradecido, se pone el paracaídas. No nota el peso sobre sus hombros, ni que no puede sentarse derecho. Su mente está consumida con el pensamiento de lo que le sucedería si saltara sin el paracaídas.
Analicemos la motivación y el resultado de la experiencia de cada pasajero. La motivación del primer hombre para colocarse el paracaídas era solamente mejorar su vuelo. El resultado de su experiencia fue que llegó a ser humillado por los pasajeros, desilusionado y de alguna forma amargado con aquellos que le dieron el paracaídas. En lo que a él concierne, pasará mucho tiempo antes que alguien pueda colocarle algo en su espalda otra vez.
El segundo hombre se colocó el paracaídas solamente para escapar del salto que vendría. Debido al conocimiento de lo que le sucedería si saltara, tiene un gozo profundo y paz en su corazón al saber que se ha salvado de una muerte segura. Este conocimiento le da la habilidad de resistir la burla de los otros pasajeros. Su actitud hacia aquellos que le dieron el paracaídas es de una gratitud de corazón.
Escucha ahora lo que el evangelio moderno dice: “Entrégate al Señor Jesucristo. El te dará amor, gozo, paz, satisfacción y felicidad duradera”. En otras palabras, Jesús mejorará tu vuelo. El pecador responde y acepta al Salvador para experimentar si lo que le dicen es verdad.
¿Y qué es lo que obtiene? La tentación, tribulación y persecución prometida - los otros pasajeros “se burlan de él”. ¿Qué es lo que hace entonces? Renuncia al Señor Jesucristo, se siente ofendido por causa de la Palabra, desilusionado y de alguna forma amargado... con justa razón. Se le prometió paz, gozo, amor, satisfacción pero lo que obtuvo fue pruebas y humillación. Su amargura está dirigida hacia aquellos que le dieron la así llamada “buena noticia”. Su postrer estado llega a ser peor que el primero, es otro inoculado y amargado “que se aparta”.
En vez de predicarles que Jesús les mejorará el vuelo, debiéramos advertir a los pecadores que tendrán que saltar del avión - que está establecido para los hombres, que mueran una vez y después de esto el juicio (Hebreos 9:27). Cuando un pecador entiende las terribles consecuencias de quebrantar la ley de Dios, irá al Salvador, únicamente para escapar de la ira venidera. Si somos testimonios fieles y verdaderos, predicaremos que hay una ira que vendrá, que Dios “manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan: porque ha señalado un día, en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:30-31).
El asunto no es el de una vida mejor, sino el de la justicia. No importa qué tan feliz sea un pecador o cuánto está disfrutando de los placeres del pecado por un tiempo; sin la justicia de Cristo perecerá en el día de la ira. Proverbios 11:4 dice: “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte”.
La paz y el gozo son los frutos legítimos de la salvación, pero no es legítimo usar estos frutos como atracción para alcanzar salvación. Si continuamos haciéndolo, el pecador responderá con un motivo impuro, sin arrepentimiento.
¿Te acuerdas porqué el segundo pasajero tuvo gozo y paz en su corazón? Era porque sabía que el paracaídas le salvaría de una muerte segura. De la misma manera, como creyentes, tenemos “gozo y paz en el creer” (Romanos 15:13) porque sabemos que la justicia de Cristo nos librará de la ira que vendrá.
Con ese pensamiento, miremos más de cerca un incidente a bordo del avión.
Tenemos una asistente de vuelo nueva. Es su primer día. Ella lleva una bandeja con café caliente. ¡Quiere impresionar a los pasajeros y de hecho lo hace! Al caminar por el pasillo, tropieza con el pie de alguien y derrama el café caliente sobre la prenda de nuestro segundo pasajero.
¿Cuál es la reacción del pasajero cuando el líquido caliente le quema la piel? ¿Dice él, “hombre, me dolió”? Sí, lo hace. Pero ¿Se quitará el paracaídas y lo arrojará al piso diciendo “paracaídas tonto”? No; ¿Por qué lo haría? Él no se puso el paracaídas para tener un mejor vuelo. Se lo puso para que lo salve del salto que vendrá. El incidente del café caliente hace que se aferre fuertemente al paracaídas y aún espere el momento del salto.
Si aceptamos al Señor Jesucristo por el motivo correcto - huir de la ira venidera entonces, cuando la tribulación golpee y el vuelo se torne agitado, no nos enojaremos con Dios ni perderemos nuestro gozo y paz. ¿Por qué lo haríamos? No venimos a Cristo para alcanzar un mejor estilo de vida, sino para huir de la ira venidera. Al contrario, la tribulación lleva al verdadero creyente a estar más cerca del Salvador. Tristemente, tenemos multitudes que profesan ser cristianos y pierden su gozo y paz cuando el viaje se torna agitado. ¿Por qué? Son el producto de un evangelio centrado en el hombre. Vinieron sin arrepentimiento, sin el cual no pueden ser salvos.

Las últimas palabras:

Daniel Webster declaró poco antes de su muerte: “El gran misterio es Jesucristo - el evangelio.¿Cuál sería la condición de cualquiera de nosotros si no tuviéramos la esperanza de la inmortalidad?... Gracias a Dios, el evangelio de Jesucristo trajo la vida y la inmortalidad a la luz”.
Sus últimas palabras fueron: “Yo todavía vivo”.
Vamos a decir nuestro versículo conjuntos otra vez.
Proverbs 11:4 NBLA
4 De nada sirven las riquezas el día de la ira, Pero la justicia libra de la muerte.
Vamos orar:
Padre, nos has dado un gran trabajo para predicar claramente el evangelio a los perdidos. Si hay alguien que ha escuchado este mensaje que es como el hombre que puso el paracaídas pero tan pronto como llegó el problema, se lo quitó. Les pido que les muestren que están realmente perdidos y necesitan confiar en ti con todo su corazón, no en el hecho de que ellos repitieron alguna oración. ¡Gracias por su gracia! Llénenos con su Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, amén.
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