Los Diez Mandamientos, parte 3

SCUELA DE EVANGELISMO BIBLICO  •  Sermon  •  Submitted
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Mientras miramos el tercer mandamiento, considera cómo te sentirías si alguien mostrara desprecio por tu madre, de tal forma, que usara su nombre para maldecir. Sin duda, te sentirías ofendido. ¡Cuánto más respeto merece nuestro Dios Altísimo, por cuanto Él nos ha dado vida!

Notes
Transcript
Lección 7
John 1:12 NBLA
12 Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre,

Introducción:

Mientras miramos el tercer mandamiento, considera cómo te sentirías si alguien mostrara desprecio por tu madre, de tal forma, que usara su nombre para maldecir. Sin duda, te sentirías ofendido. ¡Cuánto más respeto merece nuestro Dios Altísimo, por cuanto Él nos ha dado vida!
Martín Lloyd-Jones dijo, “¿Amigos, se sienten afligidos cuando el nombre de Dios es tomado en vano y profanado? ¿Les aflige que estemos viviendo en una era sin Dios?... Esa es la era en que estamos viviendo. La ¿razón principal, por la cual deberíamos orar por avivamiento, es porque estamos ansiosos por ver el nombre de Dios defendido y su gloria manifestada. Deberíamos estar ansiosos por ver que algo suceda para llamar la atención de las naciones, todas las personas; que les lleve a detenerse y pensar nuevamente”
La objeción que vamos a responder esta noche es.

“¿No sería una blasfemia, decir que la Biblia es ‘La Palabra de Dios’, cuando esta lo hace parecer tan malo?”

Te voy a contar algunas cosas de mi padre que lo harán parecer malo. Él, con frecuencia dejaba a mi madre valerse por sí misma. Una vez, quedé horrorizado al escuchar que a propósito, mató a un animal indefenso. Eso no es todo, sino que también me pegaba (a menudo).
Aquí está la información que falta: la razón por cuál, él dejaba a mi madre durante el día, era para ir a trabajar y ganar dinero para cuidar de ella y sus hijos. El animal que mató, había sido arrollado por un auto y estaba sufriendo. Me castigaba con regularidad porque me amaba tanto, que me enseñaba lo bueno y lo malo (Yo era un mocoso).
Las porciones de la Biblia, que “hacen quedar mal a Dios”, revelan simplemente que nos falta entendimiento. Yo nunca cuestioné la integridad de mi padre, porque confiaba en él.
Mark 10:15 NBLA
15 »En verdad les digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».

Lección:

En esta lección, miraremos el tercer mandamiento:
Exodus 20:7 NBLA
7 »No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque el Señor no tendrá por inocente al que tome Su nombre en vano.
El quebrantamiento del tercer mandamiento, afirma el principio bíblico de que la mente del hombre no regenerado es hostil a Dios y a su ley; que “odian a Dios sin causa”. Este pensamiento es ofensivo para los idólatras, quienes afirman no odiar a Dios. No odian el concepto propio que se han formado de Dios; congenian con el ídolo que han creado.
Profanar el nombre de Dios, es tal vez, la forma más simple y efectiva del hombre mostrar su desprecio hacia su Creador. Los judíos piadosos, ni siquiera pronuncian el nombre de Dios porque es muy santo. Sin embargo, el hombre no regenerado lo usa para expresar repugnancia.
Manchar el nombre de alguien es insultar a la misma persona. Aún un motociclista tatuado, malhablado y de corazón endurecido tiene debilidad por su madre. Quizá tenga un tatuaje del diablo en un brazo y uno que diga “mami” en el otro brazo. Si quieres que el motociclista te de un masaje facial gratis, insulta a su madre.
Cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios, nota cómo respondió Dios:
Exodus 33:19 NBLA
19 Y el Señor respondió: «Yo haré pasar toda Mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del Señor delante de ti. Tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión».
La gloria de Dios, su nombre y su bondad son sinónimos. A Moisés se le dijo que si él veía a Dios cara a cara en toda su gloria, él moriría.
Exodus 33:20 NBLA
20 Y añadió: «No puedes ver Mi rostro; porque nadie me puede ver, y vivir»
Cuán espantoso será para la humanidad blasfema, estar de pié ante la indescriptible gloria de Dios, en toda su bondad y tener que dar cuenta por cada palabra ociosa. La bondad de Dios permitirá que su justicia se cumpla.
Es interesante notar también, que cuando un blasfemo es cuestionado acerca del porqué lo hace, confirmará las palabras de las Escrituras cuando use el nombre de Dios “en vano”. Dirá, que “en realidad él no estaba usando el nombre de Dios como una maldición. Que sólo es una palabra”.
En esencia, está diciendo que el nombre de Dios no es especial ni digno de respeto. Al intentar justificarse, incrementa su pecado. Es difícil entender, cómo el mundo utiliza el nombre de Dios y el de Jesucristo con tanto desprecio que es usado para expresar disgusto. El nombre de Hitler, no fue despreciado lo suficiente para ser usado como una maldición.
Si escuchas que el nombre de Dios es usado en vano, no le digas a la persona que esto es ofensivo; úsalo como una puerta abierta para el evangelio. La Biblia nos instruye a “reprobar y exhortar” con “longanimidad (paciencia) y doctrina”. Es importante, por lo tanto, que no ofendamos a la persona que estamos tratando de ganar con el evangelio.
Nuestro objetivo no es reprobar a alguien porque nos ha ofendido con una blasfemia, sino alcanzarle para Cristo. Es sabio tratar de involucrar a la persona en una conversación acerca de cosas habituales con el objetivo de testificarle. Cómo sabes que la persona ha transgredido abiertamente el tercer mandamiento, cuando le preguntes si ha usado alguna vez el nombre de Dios en vano, puedes gentilmente recordarle que lo escuchaste hacerlo.
Escucha esta historia y mira si puedes relacionarte con ella.
La Parábola de la Comisión de Pescadores sin Peces: Los pescadores estaban rodeados de arroyos y lagos llenos de peces hambrientos. Se reunían con regularidad para hablar del llamado a la pesca, la abundancia de peces y la pasión por pescar. ¡Estaban emocionados acerca de la pesca!
Alguien sugirió que era necesario tener una filosofía de pesca. Así que, cuidadosamente definieron y redefinieron qué significa la pesca y cuál es su propósito. Desarrollaron estrategias y tácticas para pescar. Luego se dieron cuenta que estaban en la dirección equivocada. Ellos habían enfocado la pesca desde el punto de vista del pescador y no desde el punto de vista del pez. ¿Cómo ve el pez al mundo? ¿Qué piensan los peces acerca de los pescadores? ¿Qué comen los peces y cuándo comen? Es muy bueno saber todas estas cosas. Hicieron estudios de investigación y asistieron a conferencias de pesca. Unos viajaban a lugares remotos para estudiar los tipos de peces y sus diferentes hábitos. Otros obtuvieron doctorados en pesca. Pero nadie aún había ido a pescar. Así que, formaron un comité para enviar a los pescadores.
En los posibles lugares de pesca, la cantidad de peces excedía el número de pescadores; por lo cual, el comité tuvo que determinar prioridades. Colocaron una lista prioritaria de lugares para pesca, en las pizarras de los salones de reunión. Pero aún, nadie estaba pescando. Aplicaron una encuesta para descubrir el porqué. La mayoría no contestó, pero de aquellos que lo hicieron, se descubrió que algunos sintieron el llamado a estudiar peces, pocos a preparar el equipo de pesca y muchos a ir por lugares a animar a los pescadores. Con las reuniones, las conferencias y los seminarios, simplemente no tenían tiempo para ir a pescar.
Jake era un nuevo miembro de La Comisión de Pescadores. Después de una impactante reunión de la comisión, fue a pescar y pescó un enorme pez. En la siguiente reunión, contó su historia y fue honrado por su pesca. Se le dijo que tenía un “don especial de pescar” y se le asignó para decir cómo lo hizo, en todas las reuniones de la Comisión.
Con todas las invitaciones para hablar y su elección en el comité de directores de la Comisión de pescadores, Jake ya no tenía tiempo para ir a pescar. Pronto, empezó a sentirse vacío e inquieto. Anhelaba sentir el tirón del anzuelo una vez más. Entonces, canceló las conferencias, renunció al comité y le dijo a un amigo “vamos a pescar”. Únicamente fueron los dos y pescaron.
¡Muchos eran miembros de la Comisión de Pescadores, abundantes los peces, pero pocos los pescadores!

Las últimas palabras:

El Duque de Buckingham, ateo profesante, confesó mientras moría:
“Yo jugué con el santo nombre del cielo. Ahora estoy atormentado por el remordimiento y olvidado por Dios”.
Vamos a decir nuestro versículo conjuntos otra vez.
John 1:12 NBLA
12 Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre,

Preguntas:

Ahora, porque la lección de hoy es mucho más corta quiero tener una pregunta y un tiempo de respuesta. Tengo unas preguntas que voy a hacer y quiero que todos me digan su respuesta y lo que piensan.

1. ¿Qué revela la blasfemia?

Usando el nombre de Dios para expresar la repulsión muestra el desprecio del hombre hacia su Creador, revelando que el hombre no regenerado odia a Dios y a Su Ley.

2. ¿Por qué algunas personas dirán que no odian a Dios?

Los idolateros se opondrán a que no odian a Dios porque han creado un concepto de Dios (un ídolo) con el que se sienten cómodos.

3. ¿Qué nombre es sinónimo del nombre de Dios? ¿Por qué es atemorizante?

El nombre de Dios es sinónimo de Su gloria y Su bondad. Si el hombre viera a Dios en toda su gloria, moriría. Cuando los blasfemos se encuentran ante Dios para dar cuenta de cada palabra ociosa, la bondad de Dios garantizará que Su justicia se lleve a cabo.

4. ¿Cómo agravan los blasfemos, a menudo, su pecado?

Verdadero o Falso

5. ¿Cómo debieras reaccionar si escuchas a alguien usar el nombre de Dios en vano?

En lugar de decir que nos ofende su blasfemia, debemos saludar a la persona, hablar de algo en el reino natural, e intentar testificarle.
Vamos orar:
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