El Comienzo de la Iglesia Gozosa, Hechos 16
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Introducción
Introducción
Intro a la serie GOZOSOS:
El gozo es quizás el tema más prominente del libro de Filipenses, pero no es presentado como una meta, sino como un resultado.
Lo que veremos en esta serie es las características, las conductas, las actitudes, la comunión que produce ese gozo.
El verdadero gozo no viene por las circunstancias de la vida, viene a través de un verdadero vínculo con Cristo y un compañerismo con otros cristianos al servirle.
La razón por el logo, las cadenas, es porque esto forma parte de lo que llamamos “Las Epístolas Carcelarias de Pablo”. Si, al escribir esta carta en el cual abunda el gozo, él estuvo preso.
Creo que muchísimo por aprender de alguien preso y a la vez, gozoso.
Fil. 1:1-2.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Primeramente, vamos a ver como comenzó la iglesia en Filipos.
Cada creyente puede comprobar el cuidado de Dios en sus vidas al notar la tres aperturas que Dios obró para dar comienzo a la iglesia de Filipos.
Dios abrió el camino, vs: 6-12.
Dios abrió el camino, vs: 6-12.
Hch. 16:6-12.
Hechos de los Apóstoles 16:6–12 (RVR60)
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio. Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.
Dios abrió el camino mientras se movían.
Pablo estuvo en movimiento, obedeciendo la Gran Comisión, cuando Dios los guió a su destino.
De hecho, este fue su segundo viaje misionero. Aún cuando habpia tenido un desacuerdo con su compañero anterior, Bernabé, Pablo tomó a otro compañero y siguió obedeciendo lo que sabía.
Es similar a lo que pasó con Felipe en cap. 8. Ya venía predicando el evangelio a los de Samaria y Dios lo redirigió para encontrarse en el medio del desierto con un Etíope quien buscaba a Dios.
Vimos también este principio de movimiento al estudiar el libro de Josué, la guía y mano de Dios estaría con Israel mientras el pueblo se movía en obediencia, Jos. 1:2-3.
Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
Pablo le anima a los Filipenses a seguir obedeciendo, porque es allí donde Dios obra y dirige, en la obediencia a Él, Fil. 2:12-13; 4:9.
Filipenses 2:12–13 (RVR60)
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Pablo recuerda a los romanos que la guía del Espíritu de Dios viene con la obediencia de morir a la carne y vivir para el Señor, Rom. 8:13-14.
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Dios abrió el camino al cerrar puertas y confirmar Su voluntad.
Dos veces es mencionado como el Espíritu Santo les impidió seguir su transcurso planeado, vs: 6, 7.
No le es claro en el momento la razón por la cual les está impidiendo, pero no los detiene, simplemente cambian el rumbo cada vez.
Tampoco se sabe exactamente como el Espíritu les impedió. Quizás fue una revelación directa de parte de Dios al apóstol, quizás fue un sentir de inquietud fuerte, o quizás fue por los intentos inexitosos de encontrar transporte, asegurar pasajes, subir al embarque, u otra cosa por completo.
Luego, Dios reveló a Pablo en una visión a un hombre llamándole a ir a Macedonia, una provincia romana al norte de Grecia, en el cual se encontraba la ciudad de Filipos.
En seguida partieron hacia Macedonia, y Dios les abrió el camino.
Filipos era una colonia romana, por lo tanto, la cultura misma de Filipos era más romana que judía, más pagana que piadosa.
La ciudad ni siquiera tuvo una sinagoga judía (para formar una sinagoga se precisaba por lo menos 10 hombres de familia), por lo cual el lugar de la oración era afuera de la ciudad, junto al río. Como era de costumbre para Pablo (Hch. 17:2), él intentaba razonar con los judíos en cuanto al Mesías Jesús, luego hablaba a los no-judíos.
Aún se tomo el evangelio como una amenaza al estilo de vida romana, según la acusación que encontramos luego en Hch. 16:20-21.
y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.
Ilustración:
Al comienzo de esta iglesia, estuvimos al otro lado de Catán, al borde de Pontevedra, en un edificio alquilado. El dueño del edificio no quería saber nada con la venta de ese local. No importaba cuantas veces nos acercamos al asunto, él ni siquiera quería considerarlo. Aún con esa puerta cerrada, seguimos obedeciendo al Señor, alcanzando y ayudando a personas crecer en su relación con Cristo, lo que supimos que debíamos hacer. Luego, como muchos de ustedes saben, Dios empezó a obrar de cierta forma que abrió las puertas en transferirnos aquí a esta ubicación, que gracias a la generosidad de Dios por medio de la flia Suarez, hemos disfrutado sin costo de alquiler. Dios abrió el camino y por eso estamos aquí hoy.
Aplicación: ¿Cómo abre Dios el camino? ¿Cuáles formas usa?
Obviamente, nos guía por medio de Su Palabra, Sal. 119:105; 2 Tim. 3:16-17.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Nunca te guiará a algo contra Su voluntad ya expresada en Su Palabra. Tampoco te guiará a algo que sea perjudicial para tu crecimiento espiritual, Sal. 23:2-3.
En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Nos guía al confiar en Él más que confiamos en nuestro propio entendimiento, Prov. 3:5-6, 16:9.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.
Nos guía al pedirle Su sabiduría, Sant. 1:5.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Nos guía con el ejemplo de Cristo, Jn. 10:27; 1 Ped. 2:21.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
Nos guía con Su Espíritu, Rom. 8:14. A menudo esto es un sentir (no emoción, sino un estado) de inquietud o sobreabundante paz con algún camino.
Romanos 8:14 (RVR60)
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Nos guía con la instrucción de padres piadosos, Prov. 22:6; Ef. 6:4.
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Efesios 6:4 (RVR60)
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Nos guía con el consejo de personas piadosas y consejeros espirituales, Prov. 11:14; Heb. 13:7.
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
Dios abrió el corazón, vs: 13-15.
Dios abrió el corazón, vs: 13-15.
Hch. 16:13-15.
Hechos de los Apóstoles 16:13–15 (RVR60)
Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
Dios abrió el corazón a Su Palabra.
Es interesante que el toque al corazón de Lydia fue para inclinar su corazón a aceptar la Palabra de Evangelio de Jesucristo predicado por Pablo. Su Palabra es el enfoque aquí.
Ella ya estaba oyendo (vs:14), pero Dios le abrió el corazón, haciendo una conexión desde lo que estaba oyendo hasta su propia necesidad del Salvador. ELla ya estaba buscando al Señor, cómo dirían los judíos, una prosélita buscando adorar a Dios con ellos, lo que Heb. 11:6 se refiere a “los que le buscan”.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Este concepto de abrir el corazón se usa también para describir como Jesús abrió el entendimiento de sus discípulos para entender lo que las Escrituras enseñaban acerca de Él, Luc. 24:32; 45.
Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
También se usa cuando Pablo declara y expone el Evangelio en Hch. 17:3.
Hechos de los Apóstoles 17:3 (RVR60)
declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.
La apertura del corazón de Lidia no fue simplemente una experiencia con Dios, un sentimiento inconstante que se va el próximo día, sino que hizo que la Palabra del Señor tomará raíz en su vida, que viajara desde su oído hasta su corazón, desde su mente hasta su voluntad.
Ninguna experiencia emocional te lleva a una relación con el Señor, es únicamente la decisión de plena fe en la obra de Cristo en la cruz y completa en Su resurrección que es revelada en Su Palabra, Rom. 10:17, 1 Ped. 1:23.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Una experiencia con Dios que no involucra la verdad de Su Palabra, es una desviación del evangelio verdadero, y es ineficaz para salvar del pecado.
Pablo recuerda a los Tesalonicenses por su disposición de aceptar la Palabra de Dios de forma que fueron transformados por ella a ser ejemplos a través de su región, 1 Tes. 1:6-7. También les recuerda que es la Palabra de Dios que obra en ellos podersoamente, 1 Tes. 2:13.
Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.
1 Tesalonicenses 2:13 (RVR60)
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
El pasaje no dice específicamente que Lidia fue salva, pero por su subsecuente acción de bautismo, sabemos que fue convertida. El bautismo es un acto muy serio, aún más ene ese tiempo que ahora, que indicaba públicamente que uno a partir desde ese momento seguía al “maestro” en nombre de quién se bautizaba. No era la salvación, pero es la acción que nos demuestra que ella verdaderamente decidió convertirse a Cristo.
Esto resalta uno de los peligros en como leemos e interpretamos el libro de Hechos. Erramos al buscar enseñanzas doctrinales de lo narrativo, cuando describe como pasó algo, ni tampoco debemos presumir, como posiblemente uno haría aquí, que el bautismo iguala a la salvación.
Simplemente dicho, el escrito humano, bajo la inspiración divina de Dios, nos nos da ese detalle porque no está en su propósito primordial del libro de Hechos darnos todos los detalles de todo lo que pasó. Su propósito es mostrar como Dios obró poderosamente a través de sus seguidores para que ellos pudieran cumplir con la Gran Comisión que Cristo les dejó.
Una de las razones por la que sabemos que ese es su propósito es porque el desarrollo del mismo libro de Hechos sigue el progreso del evangelio dado en la Gran Comisión de Hch. 1:8.
Hechos de los Apóstoles 1:8 (RVR60)
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Dios abrió el corazón para la acción.
La primera acción de Lidia fue la de la primera obediencia, el bautismo.
Como se mención anteriormente, esto fue una demostración pública de su fe en Cristo y su decisión de seguirle.
Menciona también que su familia también fue bautizada, dando a entender que ellos también recibieron a Cristo al entender el Evangelio presentado. Otra instancia en que el escritor no nos da cierto detalle porque no es su propósito, sino que se da por entendido.
La segunda acción de Lidia fue la hospitalidad.
Ella invita a Pablo y sus acompañantes a hospedarse en su casa.
En la cultura, dónde no hubo hoteles, ni muchos paraderos para viajeros, la hospitalidad era muy necesaria.
Ella, antes descrita como una vendedora de púrpura, un tinte muy caro por su escaces y dificultad de conseguir en ese tiempo. Ya no es así, pero ese detalle nos informa que Lidia era una mujer de recursos. Por lo tanto, muy probablemente una casa con suficiente lugar para hospedar a viajeros.
Su condición era si ellos la encontraban fiel al Señor, hablando de su devoción al Señor. Nos habla de su sinceridad y fe genuina.
El término obligó en el vs: 15 no apunta a que no les dió opción, sino que ella insistió, mostrando su deseo genuino de ser de bendición a los viajeros.
Esto es una marca histórica de cristianos en los primeros siglos, y una práctica a la cual precisamos volver hoy en día, Heb. 13:2; 1 Ped. 4:9. Abrir nuestro hogar a ser un centro para compartir el evangelio y exhortarnos mutuamente.
No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.
Es incluso una característica que deben tener los líderes de la iglesia, 1 Tim. 3:2; Ti. 1:8.
1 Timoteo 3:2 (RVR60)
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
Tito 1:8 (RVR60)
sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo,
No solamente abrió su casa a hospedar a los discípulos, sino que abrió su casa a los hermanos cristianos de Filipos.
Cuando Pablo y Silas salieron de la cárcel (que veremos la semana que viene), fueron a la casa de Lidia, dónde estaban los hermanos reunidos, Hch. 16:40.
Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.
Ese término hermanos nos indica varios cristianos ya, quizás también incluyendo el carcelero y su familia de la siguiente sección del capítulo.
Allí los consolaron y animaron antes de seguir su viaje misionero.
Muy probablemente, fue la ubicación del comienzo de la iglesia de Filipos, la casa de Lidia.
Algunos hospedadores más, Rom. 16:23; 1 Cor. 16:19.
Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.
Ilustración:
Aplicación:
¿Dios ha estado obrando en tu corazón? Quizás estás aquí aunque no dirías que tiene una relación personal con Jesús como tu Salvador. El hecho que estás aquí es evidencia que Dios ha estado obrando en tu vida para así traerte a un lugar dónde escucharías Su Palabra. ¿Está Su Palabra haciendo conexión de tu oído a tu corazón? Te invito a tomar la decisión hoy de seguir a Cristo.
Si ya eres hijo de Dios, quiero que sepas que Él está obrando en personas alrededor tuyo, y te a puesto a ti en esa familia, trabajo, barrio, club, o escuela para que puedas señalarle el camino a Cristo, no solamente con tus palabras, sino con tu vida. Precisar estar siempre listo y dispuesto a dar una respuesta de la esperanza que hay en ti respeto, amor, y humildad, 1 Ped. 3:15.
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
Dios abrió el calabozo, vs: 16-40.
Dios abrió el calabozo, vs: 16-40.
Dios abrió el calabozo para mostrar Su Poder.
Dios abrió el calabozo para que se gozen solamente en Él.
Dios abrió el calabozo para salvar al alguien.
Dios abrió el calabozo para liberar a los Suyos.
Ilustración:
Aplicación: