La nueva vida en Cristo.

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En el cap.2, el apóstol había mostrado a los colosenses algunos de los errores principales de las diferentes religiones o corrientes teológicas que los amenazaban y por qué la vida en Cristo es mejor a todas ellas. Esas religiones o corrientes eran el gnosticismo, el legalismo, el misticismo, y el ascetismo.
En el cap 3, Pablo habla sobre cómo debe ser esa nueva vida en Cristo.
Comienza diciendo cómo debe ser caracterizada la vida interior del creyente.

Caracterizada por nuevos intereses.

Interés en las cosas celestiales.

“buscad las cosas de arriba” 1
“poned la mira en las cosas de arriba” 2
Lit. Poned la mente (mantenerse dando seria consideración a algo”
El haber resucitado con Cristo significa una nueva vida, pero el cambio en la manera de vivir no puede suceder a menos que haya una cambio de mente.
Antes de conocer a Cristo, nuestra mente y vida estaba enfocada en las cosas temporales de este mundo porque creíamos que ellas nos darían felicidad y satisfacción. Pero un día nos dimos cuenta de lo vacío que nos encontrabamos y rendimos nuestra vida a Cristo.
Él, no solamente nos salvó, sino que nos dio una nueva mentalidad, nos hizo ver que lo que realmente importa no es material sino espiritual.
El diablo sabe la importancia de la mente; por lo tanto, nos ataca sembrando pensamientos contrarios a la voluntad de Dios. Por eso, Pablo dice que, constantemente, debemos renovar (hacer nueva) nuestra mente:
Romans 12:2 NBLA
Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.

Porque ha muerto a las cosas terrenales.

Colossians 3:3 NBLA
Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.
La Biblia dice que el creyente “ha pasado de muerte a vida”.
En este verso, el escritor está dejando en claro que es a una vida en Cristo.
Los gnosticos, uno de los grupos que asediaban la fe de los colosenses, veían la muerte como una liberación del espíritu/alma, la cual era buena, de un cuerpo material, que era esencialmente malo.
Entonces, es probable que algunos se preguntaran “Si ya morimos en Cristo, ¿Cómo es que todavía estamos vivos?
Pero Pablo no está hablando de una liberación sino de un cambio de la vida bajo el dominio del pecado a una vida “escondida” en Cristo.
Cristo es la fuente o de quien emana esa nueva vida. La fuente de vida no se ve, “está escondida”, solamente se puede ver lo que la fuente produce.
Pero llegará un día, en que eso oculto (velado) será hecho visible:
Colossians 3:4 NBLA
Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Luego procede a decirle como debe ser caracterizada la vida exterior del creyente:

Caracterizada por nueva conducta.

Nueva vida implica nuevo hombre y nuevo hombre implica nueva conducta.
En la nueva vida en Cristo, el creyente debe:

Desechar las pasiones carnales.

5-6
Si vamos a poner nuestra mente en las cosas de arriba, nuestra satisfacción no debe ser buscada en la cosas terrenales.
Pablo lista cuatro pecados que buscan satisfacer la carne, pecados de naturaleza sexual.
Colossians 3:5 NBLA
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Fornicación (lit. “porneia”), algunas veces traducida como inmoralidad, se refiere a inmoralidad sexual de cualquier tipo (adulterio, fornicación, pornografía).
Impureza (“akatarsía”): perversión sexual, actividad sexual fuera de lo que es normal.
Pasiones (“patos”): fuertes deseos físicos, particularmente de naturaleza sexual.
Pablo combina estas dos palabras (akatarsía y patos) en su carta a los romanos cuando condena las relaciones homosexuales:
Romans 1:24–27 NBLA
Por lo cual Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos. Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén. Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza. De la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío.
Malos deseos (epithumía): desear fuertemente lo que le pertenece a otro o involucrarse en una actividad moralmente mala.
Tales deseos están prohibidos en el décimo mandamiento:
Deuteronomy 5:21 NBLA
”No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo”.
Aparentemente, Pablo pone la avaricia en la misma categoría de estos cuatro pecados.
Avaricia (pleonexia): el fuerte deseo de adquirir más y más posesiones materiales. La llama “idolatría” porque ocupa el lugar que le pertenece a Dios en el corazón de la persona.
Jesús fue bien claro cuando dijo “No puedes amar a Dios y al dinero.
Pablo les da dos buenos motivos para desechar esa pasiones: 1- están muertos al pecado, y 2- Por esas cosas vendrá la ira de Dios para los que las practican.
Colossians 3:6–7 NBLA
Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas, en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas.
En la nueva vida en Cristo, el creyente debe, no solo desechar las pasiones carnales, sino desechar las malas actitudes.

Desechar las malas actitudes.

Colossians 3:8–9 NBLA
Pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca. Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,
Es importante notar que dice: “desechen también...” porque insinúa que no es suficiente con desechar las pasiones carnales sino que otras cosas también contaminan la vida del creyente y la hacen inefectiva como testimonio del cambio operado por Cristo.
Los cinco pecados mencionados en estos versos están ligados a la actitud o la determinan.
La ira (orgei): ese estado de enojo que sobrepasa los límites del control y que causa daño tanto al que la tiene como al recipiente del desborde de esa ira.
El enojo (θυμός), un estado de intensa ira, con la implicación de una explosión apasionada.
La malicia (kakía), ese sentimiento de hostilidad y fuerte disgusto hacia alguien, con la implicación de desear hacer daño.
La maledicencia (blasfemía): hablar contra alguien en tal manera que le dañe o dañe su reputación.
El lenguaje ofensivo, (soez, LBLA; obsceno NVI; grosero, RVA). En el griego es solamente una palabra (aisxrología). αἰσχρός es un adjetivo que significa indecente, indecoroso, deshonroso.
El lenguaje del creyente debe ser con gracia y edificante, como dice la carta a los Efesios:
Ephesians 4:29 NBLA
No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
Por último, basicamente dice “desechen la mentira”: “Dejen de mentirse los unos a los otros...
“puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos.” 2:9bb
Colossians 3:10 NBLA
y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
Hemos tomado un nuevo hábíto o un nuevo vestido, el del nuevo hombre, por lo tanto, nuestros hábitos deben ser buenos.
El nuevo hombre “se va renovando…conforme a la imagen de Aquel que lo creó.”
¡Dios es verdad! Por tanto, ¡El creyente debe ser una persona de la verdad!
Ha conocido la verdad, ha sido salvado por la verdad, clama seguir a Cristo quien es “la verdad encarnada”. Ha dejado de ser hijo del Satanás, el padre de toda mentira, y ahora es hijo del Padre de la verdad.
En su nueva vida, el creyente no solo debe desechar las pasiones carnales y las malas actitudes sino también buscar la buenas virtudes.

Buscar las buenas virtudes.

Virtudes a buscar.

Colossians 3:12 NBLA
Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
Colossians 3:14–15 NBLA
Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad. Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Tierna compasión. El término usado va más allá que simple compasión: “compasión que sale de las entrañas”. Yo diría que es una profunda identificación con el sufrimiento de otros.
Bondad. “Proveer algo beneficioso para alguien como un acto de compasión. O sea que es la acción que proviene de la tierna compasión.
Humildad. No creerse superior o más que los demás. No ser arrogante. ¿Cómo podemos creernos más que otros si Cristo pagó el mismo precio por todos?
Mansedumbre. “Gentileza de actitud y conducta.” “Serenidad de espíritu pacífica y humilde, en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente de la cólera.”
Paciencia. “estado de calma emocional ante la provocación o el infortunio y sin queja o irritación.
Vístanse de amor. (ἀγάπην) Que el uniforme que distinga al creyente sea el amor puro. Eso nos identifica con Dios porque Dios es amor; y es algo que los incrédulos no podrán negar.
Ser Agradecidos. (εὐχάριστος) El creyente debe mostrar agradecimiento a Dios ante todo por lo que Él ha hecho a favor del creyente; y también debe agradecido con aquellos que son de bendición a su vida.

Poniendo en práctica esas virtudes.

Las virtudes no son solamente para ser conocidas sino para ser puestas en práctica en el trato con otros.
El apóstol les da una idea de como ponerlas en práctica:
Colossians 3:13 NBLA
soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes.
Colossians 3:16 NBLA
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Colossians 3:17 NBLA
Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
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