Las Marcas de Los Hijos de Dios

1 de Juan   •  Sermon  •  Submitted
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Transcript
Introducción
Mis amados hermanos en La Iglesia Filadelfia, es un gozo estar con ustedes esta mañana. Es lindo verles, porque en una semana mi esposa y yo nos vamos al EE.UU. por un mes. Les vamos a extrañar, y estamos emocionados verles nuevamente en enero Dios mediante.
Nosotros estamos en el capítulo 3 del libro de 1 de Juan. Esta carta fue escrita por el Apóstol Juan para una comunidad de iglesias en lo que hoy es Turquía. Y en nuestro tiempo esta mañana, quisiera resaltar ciertos puntos de este capítulo.
Creyentes en Jesús Son Los Hijos de Dios
Hay Ciertas Características de Los Hijos de Dios
Extraños en Los Ojos del Mundo
Odian Pecado y No Practiquen el Pecado
Personas Llenas de Amor
La Fuente de Amor Verdadera: Una Relación con Jesús
Los Creyentes Son Los Hijos de Dios
El Apóstol Juan empieza este capítulo destacando el hecho que sus oyentes creyentes han sido llamados hijos de Dios. Y como hijos de Dios, ellos tienen ciertos beneficios. Ellos tienen la esperanza de llegar a ser con una semejanza perfecta a Cristo en su venida (vs. 2), y también llegar a ser libres de la esclavitud al pecado (vv. 4-9).
Pero, antes de todo, ¿Qué significa ser hijo de Dios?
¿Qué significa tener Dios como un Padre?
Conexión
Entiendo que algunos de ustedes no han tenido buenos padres.
Quizás su papá fue ausente. Lejos de la casa. O distante emocionalmente.
Quizás su papá fue abusivo.
Quizás su papá fue un alcohólico.
Quizás su papá dejó la familia y empezó una nueva familia con una otra mujer.
Sin embargo, Dios no diseñó la relación entre un padre e hijo así. Realmente es algo lindo ver una relación saludable entre un padre y su hijo. En una situación así, el hijo recibe...
Cuidado
Protección
Corrección
Amor - el papá busca lo mejor para su hijo/a.
Una buena relación terrenal entre un padre e hijo debe ser una reflexión del amor que existe entre Dios como Padre y un hijo/a de Él.
Ilustración
Doy gracias a Dios por mi papá. En mi infancia, jamás dudaba de su cuidado de mí y de su amor por mí.
Ibamos juntos a partidos de béisbol.
Servíamos juntos en la iglesia.
Me enseñaba sabiduría de La Biblia para mi vida.
Me disciplinaba.
Me corregía.
Quisiera con mi vida modelar el ejemplo que mi papá me enseñó y me mostró.
Contenido Bíblico
Antes de conocer a Cristo, ¿Cuál era nuestra identidad?
Éramos personas perdidas en las tinieblas.
Sin una orientación hacia a Dios, quien es luz (1 Jn. 1:7).
Una inclinación a la desobediencia y la deshonra de Dios. No le hacíamos caso. Ni tampoco a Su Palabra.
Éramos orgullosos, como todo el mundo estuviera girando alrededor de nosotros mismos.
Éramos huérfanos espiritualmente, fuera del cuidado paternal de Dios y bajo de su ira.
Pero en su amor, Dios en Cristo Jesús nos hizo sus hijos. Nos adoptó en su familia, en una relación llena de amor y cercanía (I Juan 3:1a). Como un buen padre, él quiere lo mejor para nosotros, y esto es que seamos semejantes a su Hijo Cristo Jesús. Y en la segunda venida de Jesús, este deseo será cumplido completamente. Llegaremos a ser como Dios diseñó los seres humanos en el principio. En Génesis.
Sin pecado.
Con cuerpos completos y restaurados.
En comunión perfecta con Dios y con los demás.
Aplicación
Si usted ha puesto su fe en Cristo Jesús como el único Salvador del pecado y Señor de su vida, entonces esta es su herencia como hijo o hija de Dios.
Cuidado Paternal
Comunión con Su Padre Celestial por siempre.
Restauración en toda la creación, incluyendo usted en su cuerpo y en su espíritu.
Y de allí, vamos a ver las características de los hijos de Dios. Lo que debe caracterizar un hijo de Dios.
Características de Los Hijos de Dios
La primera característica que Juan resalta es que los hijos de Dios son extraños a los ojos del mundo.
Extraños a Los Ojos del Mundo (1 Juan 3:2b)
Juan escribió del mismo tema en su evangelio, citando las palabras de Jesús a sus discípulos.
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. - Juan 15:18
Si somos hijos de Dios, nuestra relación con Dios nuestro Padre, y lealtad a Él, resultará en que el mundo no nos entiende. Seremos raros en sus ojos, porque no seguimos el corriente del mundo, lo cual está bajo el engaño de Satanás (2 Co. 4:4).
Conexión
Cuando sus amigos de la universidad quieren festejar con locura, y usted no lo hace, le vean a usted como si usted fuera raro.
Cuando su barrio invierte tiempo y dinero en una celebración católica y pagana, y usted no lo hace, ellos le vean a usted como si usted fuera raro.
Son algunos ejemplos de lo que podría pasar.
Transición al Texto
Personas Quienes No Practican El Pecado (1 Juan 3:4-9)
Lo que vemos aquí es que los hijos de Dios no practican pecado. No significa una ausencia completa del pecado, pero los creyentes verdaderos no tienen una vida caracterizada por desobediencia a Dios. Alguien quien ha nacido de nuevo tiene nuevos deseos de agradar a Dios, y la presencia del Espíritu Santo para convencerles de pecado (Jn. 16:8-11).
Ilustración
Uno de los problemas mas catastróficos en la sociedad hoy en día es el uso de la pornografía. Ha habido un montón de casos en los cuales un pastor tenía que confrontar alguien en su rebaño acerca de su uso de la pornografía. Lo que debe llamar la atención es cuando la persona atrapada en este pecado dice, “No importa. Dios me ama tal como soy. Él siempre está dispuesto en perdonarme.” Y él sigue adelante en su pecado.
Esta no es la actitud de alguien quien ha sido transformado por Cristo Jesús. No significa que el creyente no va a pecar, pero significa que su vida será caracterizada de humildad delante de Dios, el deseo de obedecerle, y una disposición de pedir perdón cuando peca.
Transición al Texto
Los Hijos de Dios Son Personas Caracterizadas Por Amor (1 Juan 3:11-18)
Vemos que la opuesta de amor es odio, y que la raíz en el corazón de alguien quien comete homicidio es el odio. Esto es lo que pasó en el cuento de Caín y Abel en Génesis 4:1-8. Caín trajo una ofrenda inaceptable delante de Dios, y su hermano Abel trajo una ofrenda aceptable, de buen corazón y no de mala gana. En su envidia contra su hermano, y pese una advertencia de parte de Dios, Caín mató a su hermano. La persona quien está permaneciendo en Cristo, un verdadero hijo de Dios, no debería ser una persona quien está guardando odio en su corazón.
Ilustración
Aunque parece algo pequeño y de poca importancia, en mi adolescencia guardaba rencor y enojo y amargura en mi corazón contra un par de chicos de mi colegio.
Nosotros jugábamos básquetbol juntos.
Nosotros asistíamos la misma clase de educación física.
Ellos siempre estaban haciendo bullying.
Ellos siempre estaban burlándose de los otros chicos, incluyéndome a mí.
Por muchos años después, estaba enojado con ellos. No les quería para nada. Hasta que tuve un encuentro con El Señor.
Cuando entendí El Evangelio, me arrodillé delante de un Dios Santo y Todopoderoso. Me arrodillé delante de un Dios contra quien pequé, blasfemé, y desobedecí. Y aún así, pese a mi insensatez y desobediencia a Dios, Él abrió un camino en la cual yo podría tener comunión con Él por medio de Jesucristo.
Y pensé, Si El Señor me ha salvado y perdonado de mis pecados tan grandes contra a Él, ¿por qué yo no puedo perdonar y amar esos chicos quienes no me gustan?
Y vemos que el amor es algo que es respaldado por obras. Este es lo que Juan escribió.
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? - 1 Juan 3:17
Una experiencia verdadera del amor de Dios nos impulsa a la generosidad. Nos impulsa a buscar lo mejor para nuestro vecino, nuestro hermano en la iglesia, o alguien en necesidad. Dios ha sido bondadoso y generoso y misericordioso con nosotros, así que nosotros debemos tener el deseo de compartir con los demás en maneras tangibles. Debemos tener las ganas de compartir con los demás lo que ya hemos recibido de Dios en Cristo.
Ilustración y Conexión
La semana pasada mi esposa y yo estuvimos en Quito visitando a mis suegros. Vivimos en Latacunga, y pasamos mucho tiempo en Lasso, así que no habíamos pasado mucho tiempo en el capital anteriormente.
Debido a la pandemia, allí la mendicidad ha aumentado. Parecía que en cada semáforo, había una familia venezolana pidiendo ayuda, o alguien cantando para ganar un poco de plata.
Este versículo (1 Juan 3:17) vino a mi mente, pero a veces me cansa. Sin embargo, mi esposa siempre estaba dispuesta en buscar un par de sueltos para darles por lo menos. Motivada por compasión debido a la compasión que ella recibió en Cristo, ella estaba dispuesta en dar en maneras tangibles.
Ella estaba cumpliendo lo que vemos en versículo 18,
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. - 1 Juan 3:18
Hemos visto algunas cualidades que son marcas de los hijos de Dios, principalmente la presencia del amor. Y la única persona quien nos modela tales cualidades en una manera perfecta es la persona de Cristo.
Cristo Jesús es El Ejemplo de Amor
En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. - 1 Juan 3:16
No existe una mejor muestra de amor por otros que la persona de Jesucristo. En vez de quitar nuestras vidas, en vez de buscar lo suyo en una manera egoísta, él se entregó por nosotros. Hasta la muerte. Jesucristo demostró con su vida todas las exhortaciones que estamos viendo aquí de parte de Juan a sus oyentes.
Amó en tal manera que el mundo lo rechazó.
Amó en tal manera que no había la presencia de pecado en Él. Cumplió lo que pecado siempre quiere impedir: amor a Dios y amor a los demás (Mateo 22:37-40).
Amó en tal manera que Él se entregó a sí mismo por el beneficio de los demás.
Amó no solo en palabra, sino también con hechos tangibles.
Aplicación
Una creencia verdadera en lo que Cristo hizo por nosotros es algo que nos llena de amor. Amor por Dios, y amor por los demás. No podemos amar a Dios y los demás en una manera verdadera sin entender y atesorar el amor que ya hemos recibido en Cristo Jesús.
Quizás usted no siente amor en su corazón a Dios o a los demás.
Quizás usted está tratando de amar a Dios o a los demás, pero de mala gana. Por obligación, en vez de una respuesta gozosa.
¿Qué hacemos en tales casos?
Necesitamos acordarnos y aferrarnos en el mensaje del evangelio. Quizás por la primera vez si usted no es seguidor de Jesús, o quizás por el octogésimo vez si usted si es seguidor de Jesús. ¿Pero cómo?
Por medio de reflexión en La Palabra.
Por medio de la oración.
Por medio de comunión con los hermanos en la fe.
Ilustración
En nuestro ministerio, a menudo tenemos las visitas de pastores y miembros de iglesias. Ha habido algunos ocasiones en las cuales yo he estado cansado, desanimado, realizando obligaciones en la obra del Señor. Pero doy gracias porque muchas veces los pastores que vienen me han animado, me han apuntado a Cristo. Me han enseñando de la belleza de lo que Cristo hizo por nosotros. Y lo que me enseñaron, su gozo y su ejemplo me ayudan en mantenerme con una actitud del amor.
Conclusión (1 Juan 3:19-24)
En la última parte de este capítulo, podemos ver que el amor es la cualidad definitiva en la vida Cristiana.
Y en esto conocemos que somos de la verdad1 Juan 3:19
¿De que se refiere en esto?
Se refiere a lo que vino inmediatamente antes, es decir, un amor verdadero. Es un amor a Dios y otros que tenemos debido al amor que hemos recibido de Dios.
Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. - 1 Juan 3:19-22
Juan animó los creyentes quienes tuvieron una consciencia bien sensible, con una dificultad en aceptar el perdón de Dios. La verdad es que El Espíritu convence el creyente del pecado. Esta actividad del Espíritu debe llevar un creyente a Cristo, donde hay perdón por su obra completada allí en La Cruz.
Y Juan habla del otro lado de la vida de un creyente también.
Cuando estamos en comunión con El Señor, cuando estamos amando a Dios y amando a los demás como deberíamos, hay una confianza que él nos va a contestar nuestras oraciones.
Este NO ES una promesa que El Señor va a darnos:
Dos Autos Nuevos
Una Casa Nueva
Mucho Dinero
Salud
Éxito en Los Ojos del Mundo
Cuando amamos a Dios, cuando estamos sirviéndole en sus propósitos, cuando estamos haciendo las cosas que son agradables delante de Él, consecuentemente vamos a pedir oraciones alineadas con los deseos del Señor.
Tengamos más semejanza a Cristo.
Personas sean alcanzadas con el evangelio.
Las necesidades de la gente que nos rodean reciben respuestas misericordiosas.
¿Cómo no va a responder en una manera afirmativa a esas peticiones?
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