¡No seas como Balaam!
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· 1,462 viewsLos pecados y el fin de Balaam. Dios convierte las maldiciones en bendiciones para Su pueblo.
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Leer Num 22:1-20
En el día veinte del segundo mes del segundo año después de salir de Egipto, el pueblo tuvo la oportunidad de tomar la tierra prometida, pero el pueblo prefirió escuchar a los diez pesimistas y se desanimaron (Num 13). Ocho capítulos más adelante, ya habían pasado los 40 años de vagancia el desierto que Dios determinó por su falta de fe. La primera generación había muerto. El pueblo estaba casi listo para entrar a la tierra prometida.
Ahora escogen otra ruta y empiezan a derrotar a los reyes que se les ponen enfrente (cap 21). Estan llegando a Moab: Ubicación de Moab: ver mapa
Dios le había prohibido a Israel hacerle la guerra a Moab, porque eran descendientes de Lot (Deu 2.9), pero Balac no lo sabía y decide oponerse a Israel.
Dios no va a contradecir lo que ha dicho, sus actos siempre son congruentes con Su Palabra.
Siempre habrá oposición a los planes de Dios y a las bendiciones que Él quiere dar a Su pueblo. En este caso, la oposición es personalizada en Balac y Balaam.
Balac, era el rey de Moab. Su nombre significa: “lamer, desperdiciar, vaciar”. Vea 22:4
Balac, era el rey de Moab. Su nombre significa: “lamer, desperdiciar, vaciar”. Vea 22:4
Y Moab dijo a los ancianos de Madián: «Esta multitud lamerá todo lo que hay a nuestro derredor, como el buey lame la hierba del campo». En aquel tiempo Balac, hijo de Zipor, era rey de Moab.
Balac, al ver esa gran multitud, de alrededor de 2 millones, como una gran plaga de langostas, se aflige (estos me van lamer o vaciar la tierra) y, sabiendo que no puede enfrentarlos militarmente, busca una solución fácil: contratar a un hechicero.
Aplicación: Así es mucha gente que cuando están en problemas, en lugar de buscar guía o ayuda de Dios, acuden a los hechiceros, agoreros, y psíquicos.
¿Quién era Balaam?
Su origen: Aram, parte de Mesopotamia (deu 23:4; num 23:7). No hay que olvidar que allí también estaba localizada Babel (madre de abominaciones).
Su ocupación: ¿Hechicero, adivino, o profeta? Seguramente los tres, porque el libro dice que le pagarían el precio de la adivinación
Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián fueron con el precio de la adivinación en la mano; y llegaron a Balaam, y le repitieron las palabras de Balac.
El apostol Pedro lo describe como profeta:
Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta.
Si le ofrecieron dinero por poner una maldición sobre Israel, puede ser descrito como “hechicero”.
Es evidente que Balaam era famoso por sus “trabajos”
»Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí; quizá pueda derrotarlos y echarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido».
Su nombre nos ayuda a entender su identidad: Ba-la-am = destrucción del pueblo, disturbador del pueblo (Dicc. de Nombres Biblicos)
Su nombre nos ayuda a entender su identidad: Ba-la-am = destrucción del pueblo, disturbador del pueblo (Dicc. de Nombres Biblicos)
Dios nos manda a dar bendición, no maldición:
bendigan a los que los maldicen; oren por los que los insultan.
Bendigan a los que los persiguen. Bendigan, y no maldigan.
¿Cuál es tu influencia en el pueblo de Dios? ¿Eres un animador o un desanimador? ¿Edificador o destructor? ¿Tranquilizador o disturbador? ¿Bendecidor o maldecidor?
El pecado de Balaam.
El pecado de Balaam.
No seas de tropiezo a otros.
No seas de tropiezo a otros.
El pecado de Balaam fue múltiple: primero, ser de tropiezo:
’Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los israelitas, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.
Uno de los problemas de los corintios era que, en su supuesta madurez, hacían cosas que hacían tropezar a los menos maduros. Una de esas cosas era comer cosas sacrificadas a los ídolos y no hacer nada con respecto a la inmoralidad en la vida de los creyentes.
No seas codicioso.
No seas codicioso.
El segundo pecado fue su codicia.
Inicialmente, Balaam luce bien en este pasaje. La revelación o visión que tuvo fue tan impactante que aseguró que ni por todo el oro del mundo iría en contra de la Palabra de Dios:
“Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no podría yo traspasar el mandamiento del Señor para hacer lo bueno o lo malo de mi propia iniciativa. Lo que hable el Señor, eso hablaré”?
Aparentemente, Balaam cambia su posición, quizás considerando la posibilidad de hacerse rico. Observa:
Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: «Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero solo dirás la palabra que Yo te hable». Y Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los jefes de Moab. Pero Dios se enojó porque él iba, y el ángel del Señor se puso en el camino como un adversario contra él. Y Balaam iba montado sobre su asna, y sus dos sirvientes con él.
¿Por qué estaba Dios enojado si Él le había dicho que fuera con ellos?
De acuerdo a Pedro: “amó el pago de la iniquidad”. (2 Pe 2:15-16)
No incites a otros a pecar.
No incites a otros a pecar.
En el cap. 25, se da el incidente en el que el pueblo se prostituye con las moabitas. Esas mujeres invitaron al pueblo a adorar a sus ídolos.
Numbers 25:1–3 (NBLA)
Mientras Israel habitaba en Sitim, el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab. Y estas invitaron al pueblo a los sacrificios que hacían a sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses. Así Israel se unió a Baal de Peor, y se encendió la ira del Señor contra Israel.
Moisés ordena que maten a los involucrados. El golpe fue tan fuerte que murieron 24,000.
fue tras el hombre de Israel, entró en la alcoba y los traspasó a los dos, al hombre de Israel y a la mujer por su vientre. Y así cesó la plaga sobre los israelitas. Y los que murieron por la plaga fueron 24,000.
La palabra “plaga”, מַגֵּפָה (maggēpâ) significa “golpe, matanza, pestilencia”.
Pero ¿sabes quién aconsejó a las moabitas a que hicieran eso? ¡Balaam!
»Estas fueron la causa de que los israelitas, por el consejo de Balaam, fueran infieles al Señor en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga entre la congregación del Señor.
Sé sensible a la voz de Dios.
Sé sensible a la voz de Dios.
22:21-30
Dios habla al hombre por dos medios: la revelación general, o sea la creación; y por la revelación específica, o sea Su Palabra, la Biblia. A los creyentes les habla por medio de la Palabra, pero a los incrédulos por medio de lo creado. Balaam era un incrédulo y la revelación específica no existía (solamente lo dicho por Job).
Dios decide detener el rumbo que Balaam llevaba. Para ello envía un ángel que obstaculice su camino y, como Balaam no fue sensible a eso, le habla por medio de una burra.
Leer Num 22:21-34
¿Quién fue realmente el burro? 22:21-35 ¡Balaam! La burra fue más entendida que Balaam.
Muchas veces Dios pone obstáculos para detenernos del mal camino, de decisiones que nos traerán dolor; pero no entendemos, seguimos empecinados en lo que hemos decidido aún sabiendo que no es lo que agrada a Dios.
Otras veces nos habla por medio de “una burra”, pero no reaccionamos.
Balac buscaba un mal para Israel, un maldición; Israel recibió una bendición.
Dios usa para bien lo que otros quieren para mal de su pueblo. La planeada maldición se convierte en bendición.
La bendición de Balaam incluye referencias al Mesías, quién sería la más grande bendición de Dios a Su pueblo.
»Lo veo, pero no ahora; Lo contemplo, pero no cerca; Una estrella saldrá de Jacob, Y un cetro se levantará de Israel Que aplastará la frente de Moab Y derrumbará a todos los hijos de Set. »Edom será una posesión, También será una posesión Seir, su enemigo; Mientras que Israel se conducirá con valor. »De Jacob saldrá el que tendrá dominio, Y destruirá al remanente de la ciudad».
El fin de Balaam. 31:8
Los israelitas hicieron guerra contra Madián, tal como el Señor había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones. Junto con sus muertos, mataron a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, los cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam, hijo de Beor.