Sermon Tone Analysis

Overall tone of the sermon

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Emotion Tone
Anger
0.07UNLIKELY
Disgust
0.1UNLIKELY
Fear
0.14UNLIKELY
Joy
0.52LIKELY
Sadness
0.14UNLIKELY
Language Tone
Analytical
0UNLIKELY
Confident
0UNLIKELY
Tentative
0UNLIKELY
Social Tone
Openness
0.13UNLIKELY
Conscientiousness
0.14UNLIKELY
Extraversion
0.46UNLIKELY
Agreeableness
0.6LIKELY
Emotional Range
0.15UNLIKELY

Tone of specific sentences

Tones
Emotion
Anger
Disgust
Fear
Joy
Sadness
Language
Analytical
Confident
Tentative
Social Tendencies
Openness
Conscientiousness
Extraversion
Agreeableness
Emotional Range
Anger
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INTRODUCCION
Buenas tardes hermanos, es un gozo estar juntos nuevamente para adorar a nuestro Señor y escuchar su Palabra.
Hace unas semanas conversaba con unos compañeros de trabajo, y surgió la pregunta de si seguiríamos trabajando si ganáramos la lotería.
Todos dijeron que definitivamente no, y se sorprendieron cuando les dije que probablemente sí.
La razón por la que ellos no querían seguir trabajando, es porque ven el trabajo como un mal necesario, una opresión sobre el ser humano impuesta por la necesidad de que obtener el sustento.
En la conversación le comenté que el ser humano había sido creado para trabajar, y que el ser productivo era algo que formaba parte del diseño de Dios para el hombre.
Y ahí comenzó una discusión diferente, como se podrán imaginar.
Pero no debemos sorprendernos cuando escuchamos personas no creyentes pensar de esta manera.
Lo que debe sorprendernos es escuchar cristianos que piensan así, cristianos que equivocadamente ven en el trabajo un castigo por el pecado, una opresión económica, hay cristianos cuya perspectiva acerca del trabajo está más influenciada por la política que por la Escritura.
Pero, ¿dónde podemos encontrar una base para tener una teología correcta acerca del trabajo?
Pues, no hay mejor lugar que comenzar en el principio.
Debemos ir al libro de los comienzos.
Vamos al libro de Génesis, y hoy continuaremos nuestra serie en Capítulo 2. No hemos salido siquiera del capítulo 2, y ya hemos visto parte de las verdades que sirven como fundamento para la fe Cristiana.
Hemos visto como estos temas están profundamente conectados con el evangelio y con cuanta certeza responden a las preguntas y problemas de nuestra sociedad moderna.
Hemos aprendido como el Dios de la fe cristiana, el Dios del que la Biblia habla es el único Dios verdadero, Creador de los cielos y la tierra.
Aquel por cuya voluntad existimos y vivimos.
No hubo ningún proceso evolutivo en el sentido darwinista, no hubo ninguna transformación de una especia a otra, sino que todo fue creado por Dios en 6 días de 24 horas.
El Creador, quien es también dueño y Señor de todo lo que existe, el único que es la autoridad completa sobre toda su creación y quien determina por su misma naturaleza lo que es bueno y lo que es malo.
Este Creador, es a la vez el Juez moral que juzgará a todos los seres humanos, pero que a su vez, también es el Redentor de su pueblo.
Hemos visto también como este Creador ha hecho de manera especial al ser humano para que reflejara la imagen de Dios en toda la creación.
Tanto el hombre como la mujer han sido creados a la imagen de Dios, con igual dignidad, con igualdad de derecho, valor delante de Dios y con el mismo propósito de reflejar la imagen de Dios y traer gloria a su nombre por medio de todo lo que hacen.
Aprendimos también, que Dios ha diseñado un reposo en el cual su creación puede descansar, un reposo que nos llevaba contemplar y disfrutar de la grandeza de Dios.
Este reposo fue interrumpido por el pecado, pero no es el fin de la historia, pues hay un reposo mayor que encontramos nuevamente en la persona y suficiente obra de Jesucristo.
Y finalmente, aprendimos sobre el Adán histórico, ese primer hombre creado en el Huerto del Edén, aquel que fue nuestro representante en el Pacto de Obras que Dios estableció inicialmente con su creación, y bajo el cual todo ser humano nace, condenado por la imposibilidad de cumplirlo, vimos como Cristo, ese segundo Adán, si cumplió a nuestro favor ese pacto y Ley de Dios, para que ahora por su gracia podamos ser reconciliados con el Padre.
Hay tanta riqueza en Génesis, tanto que nos enseña acerca del diseño de Dios, y que nos ayuda a corregir nuestra perspectiva errada acerca de la vida en esta tierra.
Hay una gran diferencia entre ser salvo y ser santificado.
Los cristianos somos salvos en un instante, en el momento que nos arrepentimos y ejercemos fe en Jesucristo, poniendo nuestra confianza únicamente en su sacrificio, en ese momento somos salvos por la eternidad.
Sin embargo, esto no quiere decir que ya tengamos la perspectiva correcta acerca de la vida.
De hecho, somos salvos pero muchas veces tenemos una concepción errada de cómo debe ser la vida.
Parte del proceso de santificación conlleva la importante área de renovar nuestras mentes para que veamos la realidad bajo el diseño de Dios.
Una de las partes importantes de ese cambio, es la forma en cómo vemos el trabajo.
Como hemos dicho al principio, muchos creyentes equivocadamente ven el trabajo como un mal necesario.
Ahora bien, es cierto que hay trabajos de mejor calidad que otros, y no todo trabajo es tan gratificante como otros.
Pero la perspectiva acerca del trabajo en general debe estr más influenciada por la Escritura que por la economía o la política de un país.
Cuando vamos al libro de Génesis, encontramos esta gran verdad, que el ser humano fue creado para trabajar, y que el trabajo debe ser una forma de adoración a Dios.
Así que, les invito a que me acompañen a Génesis 2:4-17, el mismo pasaje que estudiamos hace un par de semanas, pero en esta ocasión, lo estudiaremos prestando especial atención al trabajo que Dios da al hombre en el Edén.
Por esta razón, he titulado este sermón “EL TRABAJO EN EL EDEN”.
Oración
Lectura: Génesis 2:4-17
CREADOS PARA TRABAJAR
Como hemos dicho, Dios creó todas las cosas en 6 días de 24 horas, y esto lo vemos en el capítulo 1, y sin embargo, en el capítulo 2 vemos tenemos una mirada mucho más cercana al día sexto.
Y vemos algo muy interesante.
El capítulo 2 nos prepara para el resto de la historia que veremos en Génesis.
En el capítulo 2 se nos prepara el escenario para la prueba más grande que la humanidad enfrentaría.
En Génesis se nos muestra el jardín que Dios plantó y organizó para que el ser humano pudiera vivir y cumplir su propósito en ese escenario.
Muchos teólogos definen al Edén como un Jardín-Templo, y esto tiene mucho sentido.
Jardín, porque era el lugar de trabajo del hombre.
Dios había creado al ser humano para que labrara el huerto.
En Genesis 2:5 “… porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,” es decir; el jardín era el lugar de trabajo de Adán, en el cual debía ejercer sus funciones de liderazgo; pero al mismo tiempo, era un templo, porque la presencia de Dios estaba en perfecta comunión con el hombre.
Era el lugar de encuentro dentre el Creador y el ser creado.
No había ningún tipo lucha por el uso del tiempo del ser humano como experimentamos en nuestra era moderna, y como ha experimentado la humanidad desde la caída.
El Huerto del Edén, era el Jardín-Templo que también era el hogar del hombre.
Todas las esferas de la vida del ser humano en un solo lugar, la vida familiar, la vida laboral y la vida espiritual en perfecta armonía dentro del lugar que Dios había creado para Adán y Eva.
Muchas personas hablan de un trabajo secular, y de una vida personal aparte de la vida cristiana como si estuvieran dividas, pero no es el caso, el diseño de Dios es que todo en nuestra vida sea vivido para su gloria, reflejando su imagen tanto en la relación familiar, en el aspecto laboral, y por su puesto con una profunda devoción y adoración al Creador por medio de la obediencia.
Cuando vemos Génesis 2, cada versículo debe ser leído casi como un preámbulo de la siguiente sección:
En el versículo 4 encontramos por primera vez la frase que dividirá el libro de Génesis en secciones, y es la frase hebrea toledot, es decir, “estos son los orígenes de los cielos y la tierra”, la misma frase que se repetira 10 veces en todo Génesis introduciendo la genealogía de cada grupo familiar.
Pero, también encontramos en los 5 y 6 un preámbulo al huerto del Edén y de la creación del hombre.
Este vocabulario que encontramos, del origen de los cielos y la tierra directamente a las plantas nos introduce al árbol de la vida, y al árbol de la ciencia del bien y del mal, que luego jugaría un papel importante en la tentación del ser humano.
Fíjese en el contraste entre Genesis 1:1-3 y Genesis 2:4-5.
En el capitulo 1 se nos dice que Dios creó la luz, pero en el capítulo 2, el autor tiene otra intención en mente, y es el enseñar al pueblo de Israel que la vida y la fertilidad provienen de Dios y no de los dioses paganos de los pueblos que ellos posteriormente derrotarían para tomar posesión de la Tierra Prometida.
Poco a poco, lo que Moisés está haciendo es convenciendo al pueblo de Israel que Dios es el Dios verdadero y que los dioses de las naciones no son más que Ídolos inservibles que no tienen vida.
Todo esto con el fin de que entiendan que el Dios Creador es también el Dios Redentor de su pueblo.
Creados para Trabajar
De modo que, este versículo 5 ya nos da una idea de que este Jardín-Templo-Hogar, estaba preparado con el propósito de que el ser humano trabajara en él.
Lo que encontramos en los versículos del 6-14, es una descripción de como funcionada ese lugar.
Como comentamos en el sermón anterior, la tierra no tenía necesidad de lluvia, pues contaba con un sistema de regado permanente, el vapor de agua que subía y regaba la tierra, así como los 4 grandes ríos que irrigaban el huerto.
La tierra nunca experimentaba sequía ni debía ser fertilizada, ya que estaba en perfecto estado para producir fruto siempre.
La tierra estaba siempre en perfecta disposición para cultivar y plantar toda clase de plantas para el alimento.
Dios pone en este Huerto dos árboles especiales, uno es el árbol de la vida, el ser humano no fue creado inmortal inicialmente, pero si con la posibilidad de vivir para siempre.
El ser humano no tenía la restricción de comer del árbol dela vida, esa restricción vino después con la caída del ser humano en Genesis 3:22 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” .
Y también, el árbol de la cienca del bien y del mal, este árbol servía como un recordatorio, en primer lugar de que solo Dios es soberano sobre toda la creación, y el dominio del hombre sobre la tierra está a su vez, sujeto al dominio de Dios sobre el universo.
Y en segundo lugar, como recordatorio de que el ser humano depende de la revelación divina para conocer lo que es bueno y malo.
Es Dios quien comunica al hombre lo que es bueno y malo, y el hombre debe confiar en esa revelación por parte de Dios para obtener sabiduría.
Comer del árbol es querer ser independiente de Dios y actuar separado de Él.
Y así, entonces, llegamos al v.15, y leemos lo siguiente Genesis 2:15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”
Hay una especie de paralelismo entre el v.8 y el v.15, en la que se menciona dos veces que Dios pone al hombre en el huerto, sin embargo, la palabra usada en cada versículo es diferente.
La connotación de la palabra usada en el v.15 es la de seguridad, un lugar seguro.
Proviene de la palabra נוה nuach, que significa dar descanso.
Y nos muestra que Dios puso al hombre en un entorno seguro para que pudiera trabajar, un lugar en el que disfrutaba por completo del descanso de Dios, no había lucha contra el pecado, no había oposición por parte de la tierra, no había conflicto entre el hombre y la mujer, ni había enemistad entre el Creador y la criatura, sino que era un entorno seguro, y ahí puso Dios al hombre.
La razón por la que Dios pone ahí al hombre es con un propósito fundamental, y vemos en la parte final del versículo 15 que Dios lo puso ahí para que los labrara y lo guardase.
Es interesante que en el diseño original de Dios, el trabajo era una parte fundamental de todo.
Dios no dio e trabajo como parte de la maldición por el pecado, sino como parte de la bendición del Edén.
Hermanos, y amados amigos, esto es algo importante, el trabajo no es una maldición por el pecado, sino una bendición del Edén.
El trabajo no es dado como castigo, sino como un deleite.
La responsabilidad dada a los seres humanos de labrar y guardar el jardín es, de hecho, una de las formas en que el ser humano debía reflejar la imagen del Dios en la cual fue creado.
La palabra labrar, proviene del hebreo עבד (abad), que significa literalmente trabajar, cultivar o servir, esta palabra es la que luego describiría todo tipo de trabajo humano.
Encontramos una correspondencia con Genesis 1:28 “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
La palabra sojuzgar tiene que ver con poner la tierra bajo el servicio, una traducción literal sería poner la tierra bajo esclavitud con el fin de que produzca fruto para hombre, y esto debía hacerlo por medio de su trabajo.
El hombre, por medio de su actuar, provocaría que la tierra produjera su fruto.
La forma de sojuzgar la tierra era por medio del cultivo de la tierra.
De esta manera, serián los reyes que gobernaban la creación mostrando la misma generosidad de Dios, dando fruto para el bienestar de la creación.
Esto es lo que los teólogos han llamado el mandato cultural del ser humano, en su diseño de la creación Dios dio al hombre un mandamiento cultural, que no es más que el llamado que Dios ha hecho al ser humano de cultivar el jardín por medio de su vocación, trabajando con excelencia y diligencia para la gloria de Dios, y el beneficio de otros.
De hecho, tan profundo está el trabajo arraigado al diseño del ser humano, que justo después de la caída se nos menciona el oficio de los hijos de Adán y Eva.
Mire lo que dice Genesis 4:2 “Después dio a luz a su hermano Abel.
Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.”
En Genesis 4:17 “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.”
En Genesis 4:20-22 “Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.”
Incluso después de la caída y de la maldad expresada del ser humano, vemos como el trabajo siguió formando parte esencial de la vida del hombre.
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