Tenemos Rey

El Rey, la maldad y la muerte  •  Sermon  •  Submitted
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Un cristiano sabe llevarse con el rey.

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¿Será que nosotros entendemos quienes somos y quien es Dios?
¿Será que estamos conscientes de la realidad en la que nos encontramos?
Será que nuestro contexto, nuestra crianza, nuestros privilegios como país nos tienen nublada la visión para comprender nuestra realidad.
Yo siento que el ser humano no entiende lo que está en juego, no entiende la realidad en la que vivimos. Pero me preocupa más que el cristiano no entienda tampoco lo que está en juego, ni la realidad en la que vive.
Me preocupa que esta iglesia, nosotros VCP no entendamos lo que significa ser cristiano.
Hoy vamos a estudiar Eclesiastés capítulo 8 del versículo 1 al 6. Espero que nos ayude a comprender mejor quienes somos, quién es Dios y cuál es nuestra realidad.
Eclesiastés 8:1 (NTV)
1 Qué maravilloso es ser sabio, poder analizar e interpretar las cosas. La sabiduría ilumina el rostro de una persona, suaviza la dureza de sus facciones.

Necesitamos sabiduría

Una poema a la sabiduría (8:1). El versículo 1 es un pequeño poema en alabanza de la sabiduría. Qué incluso se podría pensar que era un refrán de la época.
La sabiduría es maravilloso
Se puede interpretar y analizar 
Lo que dice la gente
Lo que se ve en las noticias
Lo que se lee en la Biblia
Lo que pasa al rededor de nosotros 
Todo requiere una interpretación y un análisis.
El que no es sabio no sabe interpretar las situaciones y reacciona negativamente ante los acontecimientos. 
Se deja llevar por lo que escucha de primera impresión
No sabe manejar la información
Se asusta de más
Se enoja de más 
Es impulsivo. 
En cambio el que es sabio sabe interpretar los acontecimientos y por eso:
Ilumina el rostro
Suaviza la dureza del rostro
No hay tanta frustración, enojo, impulsividad, amargura en su vida porque sabe interpretar los tiempos y los acontecimientos de la vida. 
Necesitamos sabiduría
Necesitamos un mayor conocimiento De Dios.
ORAR
Eclesiastés 8:2–6 (NTV)
2 Obedece al rey porque lo juraste ante Dios. 3 No trates de evitar cumplir con tu deber ni te juntes con los que conspiran maldad, porque el rey puede hacer lo que se le antoje. 4 Sus órdenes tienen el respaldo de su gran poder. Nadie puede oponerse ni cuestionarlas. 5 Quienes lo obedezcan no serán castigados. Los sabios encontrarán el momento y la forma de hacer lo correcto, 6 pues hay un tiempo y un modo para cada cosa, incluso cuando uno está en apuros.

Sabiduría para llevarse con El rey

El Rey 
Puede hacer lo que se le antoje
Sus órdenes tienen el respaldo de su gran poder / La palabra del rey tiene es soberana o tiene autoridad. 
Nadie puede oponerse ni cuestionarlas
Quienes lo obedezcan no serán castigados / no experimentará mal
El Rey = Jesús /

El sabio sabe llevarse con el Rey

Obedece al rey
Ro. 13:1–5
Philippians 2:8 NTV
8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
John 14:15 NVI
15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
Acts 5:29 NBLA
29 Pero Pedro y los apóstoles respondieron: «Debemos obedecer a Dios en vez de obedecer a los hombres.
Obediencia/desobediencia
La relación entre Dios y la humanidad no es una relación entre partes iguales, sino entre el Soberano Rey del universo y sus súbditos.
Por eso, un aspecto clave de esta relación es la obediencia y sumisión de parte del ser humano.
Las primeras palabras que Dios pronunció al hombre fueron: “de todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás” (Gn 2:16–17). Estas palabras resaltan la importancia de la obediencia para Dios.
La narración de eventos desde la desobediencia de Adán hasta la obediencia de Jesús enseña esta lección repetidamente. Las consecuencias para la raza humana (y el resto de la creación) de la desobediencia de Adán y las de la obediencia de Jesús resaltan aún más la importancia de obedecer a Dios.
Una vida en Cristo produce una vida de obediencia. Una vida de obediencia es una evidencia de lo que hemos creído. Es el fruto de lo que creemos de nuestro Rey. 
No tratar evitar cumplir sus deberes
Hacer discípulos
Predicar el evangelio
Congregarse
Usar los dones para servirse unos a otros en la iglesia 
Vivir una vida honesta y justa 
Amar al prójimo, amar al enemigo
Orar por nuestros hermanos, 
Entre muchos otros deberes que tenemos. 
No podemos vivir una vida en la que andamos tratando de evitar cumplir nuestros deberes con cualquier justificación que se nos ocurra. 
Primero el deber y luego el placer. 
Lo increíble de los deberes del Señor es que traen como recompensa plenitud y placer a corto  o a largo plazo. 
No te juntes con los que conspiran maldad
1 Corinthians 15:33 NBLA
33 No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»
No te juntes con los que siempre andan buscando hacer el mal
No te juntes con los que no buscan al Señor 
No te juntes con los que no buscan ni hacen lo bueno
La semana pasada Checho habló bastante acerca de juntarse con malas o buenas influencias en nuestra vida.
Pero en cuanto a la relación con nuestros Rey, a él le importa mucho con quien nos relacionamos y la calidad de nuestras relaciones. 
No te apresures a irte de su presencia.
Usted no deja hablando solo al rey, usted no deja hablando solo a alguien que considera importante. 
Uno no se apura o se va rápido de un lugar en donde uno quiere estar. 
Nuestros tiempos con el Señor son apurados, rápidos, superficiales y sin importancia. 
Psalm 84:10 NBLA
10 Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad.
John 15:4 NBLA
4 »Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí.
Permanezcan en mi 
Intimidad
Cuando Jesús dijo: “Permanezcan en mí, y yo en usttedes” estaba pensando en cercanía, en intimidad entre él y nosotros
No te opongas o cuestiones las órdenes 
Actuar en rebeldía 
Oponerse a las indicaciones de Dios
Oponerse a lo que claramente la palabra dice que es pecado 
Cuestionar a Dios en cuanto a su soberanía 
1 Samuel 15:23 NBLA
23 »Porque la rebelión es como el pecado de adivinación, Y la desobediencia, como la iniquidad e idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del Señor, Él también te ha desechado para que no seas rey».
Encuentra el momento y la forma de hacer lo correcto / El corazón sabio sabe cuando y cómo acatar las palabras del rey                                                  
Todo tiene su tiempo y modo aún en apuro.
Cuestionamos las autoridades, no las respetamos, nos quejamos, nos creemos superiores, creemos que no saben lo que hacen. Lamentablemente este comportamiento hacia las autoridades terrenales las trasladamos hacia nuestra relación con el Rey de reyes. Lo cuestionamos, lo criticamos, creemos que no sabe lo que hace, no obedecemos, evitamos nuestros deberes como cristianos, lo cuestionamos o nos oponemos, no nos damos cuenta del gran poder que tiene como respaldo para dar sus órdenes. 
Nathanael 
John 1:43–51 NBLA
43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró* a Felipe, y le dijo*: «Sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encontró* a Natanael y le dijo*: «Hemos hallado a Aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José» 46 Y Natanael le dijo: «¿Puede algo bueno salir de Nazaret?». «Ven, y ve», le dijo* Felipe. 47 Jesús vio venir a Natanael y dijo* de él: «Ahí tienen a un verdadero israelita en quien no hay engaño». 48 Natanael le preguntó*: «¿Cómo es que me conoces?». Jesús le respondió: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 49 «Rabí, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel», respondió Natanael. 50 Jesús le contestó: «¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás». 51 También le dijo*: «En verdad les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre».

Un Cristiano sabe que tiene un Rey y sabe llevarse con el Rey.

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