La Disciplina del Padre

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La Disciplina del Padre

Introduccion
Dia del padre
Caracter de un Padre
Enfoque en la parte Disciplinaria de un Padre
Hebreos 12:4-6

En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre. 5 Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige:

«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor

ni te desanimes cuando te reprenda,

6 porque el Señor disciplina a los que ama,

y azota a todo el que recibe como hijo.

Quote
“Two points stand out in the way he introduces the quote. (1) The author places the subject of discipline in a positive framework as a topic for “encouragement” or “comfort” (paraklesis) because of the references to the Lord’s love and acceptance in Proverbs 3:12 (Heb. 12:6). (2) The writer takes the references to the “son” in the proverb to be directly applicable to the Christian community. This use of the “sonship” motif mirrors the earlier treatment of believers as the “children of God” in 2:10–18.
George Guthrie, Hebrews, The NIV Application Commentary (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1998), 400.

Porque Jehová al que ama castiga,

Como el padre al hijo a quien quiere.

Hijo mío. Una forma común de dirigir la palabra en el libro de Proverbios, de donde se toma esta cita. Equivale a la solicitud de un padre amoroso

El propósito de la disciplina es hacer una impresión. La disciplina que no produce gran impresión, no sirve para un propósito útil.

Disciplina. Gr. paidéia, “educación de un niño”, “instrucción”, “disciplina”, “corrección” (ver com. Efe. 6:4), de paidíon, “niño pequeño”. Disciplina es la preparación que corrige, modela, fortalece y perfecciona el carácter. Esta palabra se restringe muy a menudo al estrecho significado de castigo; pero la disciplina ha sido definida como el refinado arte de hacer discípulos, pues un verdadero discípulo se somete a un molde especial de disciplina o de preparación. Aunque paidéia puede incluir —pero no lo denota específicamente— disciplina correctiva, como es el caso en la palabra castigo, se refiere a todo el proceso por el cual los niños son preparados para desempeñar sus responsabilidades al llegar a la vida adulta.

El que se descorazona y se siente inclinado a darse por vencido, recibe la invitación de dirigir sus ojos a Jesús y meditar en el Señor (ver com. vers. 2–3). Por sobre todo debe recordar que Dios no está enojado con él, sino que lo ama como un padre amoroso y está tratando de ayudarlo para que aprenda una lección muy necesaria. Frecuentemente lo que nos hace difícil la vida es la actitud que adoptamos frente a la disciplina, y no ésta.

Nunca es agradable ser reprobado o corregido, mucho menos sufrir el castigo; la reacción natural es despreciarlo. La forma fácil de escapar es desmayar ante él; pero la actitud sabia es la de sacar provecho de él.

La disciplina es esencial para el carácter, ya se trate de un niño o de un cristiano adulto.

Dios administra cualquier tipo de disciplina que considere necesaria para la formación del carácter, o permite experiencias que alcancen ese propósito (ver com. vers. 5); pero esta afirmación no debe tomarse muy literalmente, como si Dios personal o directamente autorizara u ordenara el sufrimiento y el pesar que acompañan a algunas de las vicisitudes disciplinarias de la vida.

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

This image is one of loving training given to amend actions and attitudes. Such training is only given to legitimate children, that is, to those whom the Lord “accepts” or “acknowledges” (paradechomai) as his own

VERSICULO 7

Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The original hearers of Hebrews could have interpreted the persecution they were facing as an indication of God’s inattention

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

Rather, the difficulties they face are actually a sign that they are true children of the Father. He asks, “What son is not disciplined by his father?” implying that discipline is a normal part of the parent-child relationship. On the contrary, he argues in verse 8, if a person does not experience discipline as a child, that lack of discipline is a mark of illegitimacy

Muy frecuentemente oramos para pedir la victoria sobre pecados particulares; pero Dios nos responde permitiendo circunstancias que nos fortalezcan precisamente en aquellos puntos en que somos débiles. Reconozcamos entonces la respuesta de Dios a nuestras oraciones, y no vacilemos. Soportemos “la disciplina” con valor y humildad.

The Tony Evans Bible Commentary XII. Fatherly Discipline and an Unshakeable Kingdom (12:1–29)

Discipline includes both positive and negative repercussions, instruction and correction. Parents are to instruct their children and train them to live with wisdom (see Prov 1:7–9). But when a child is disobedient, a loving father also disciplines him. Whether through instruction or correction, the end goal is the child’s development. If a good parent takes this matter seriously, how much more does God? God is a perfect parent who disciplines his children perfectly

VERSICULO 8

Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos

Los hijos que no reciben castigo son privados precisamente de la preparación que necesitan para los deberes y las responsabilidades de la vida. Los padres que no aplican la debida disciplina tendrán que rendir un día una terrible cuenta delante de Dios. No sería correcto ni justo que nuestro Padre celestial dejara de disciplinarnos, o que nos librara de las circunstancias y situaciones que tienen un valor disciplinario

The Epistle to the Hebrews 1. God’s True Sons and Daughters Endure the Discipline of Suffering (12:4–13)

All of God’s true children have become partakers of and continue to experience his discipline. Thus, the pastor tells his hearers that if they were living without such discipline they would be “illegitimate children,” and emphatically “not sons or daughters” who are entitled to the protection, blessings, and inheritance of the father

HISTORIA PERSONAL
VERSICULO 9

Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus, para que vivamos?

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The author comments that human fathers are given respect in response to their discipline. Since this is the case, therefore, God deserves even more reverence. Indeed we should “submit” to him as “the Father of our spirits and live.” The verb translated “submit” (hypotasso) is the same as used in 2:5–9 and means “to yield to, subordinate oneself to.” In the present context, the author suggests that in the face of difficult circumstances, we should bow our wills to the will of the Father, since his will is the path that leads to life.

El respeto por la autoridad debidamente constituida —ya sea la del hogar, de la sociedad o de Dios— es básico para la paz, la armonía y la seguridad.

Espíritus. Gr. pnéuma, “espíritu”, “soplo”, o, posiblemente, “vida” (ver com. Luc. 8:55). “Padre de los espíritus” se refiere a Dios como la fuente de toda vida y de todo ser. Esta expresión contrasta con “padres terrenales”, como lo hace evidente Heb. 12:10. El argumento va de lo menor a lo mayor: si respetamos la disciplina de un padre terrenal, a quien debemos nuestra existencia corporal, ¿cuánto más no debiéramos ser obedientes o someternos a la corrección de nuestro Padre celestial, a quien debemos la vida?

“Espíritus” contrasta con “terrenales”. Ambos se refieren a seres humanos vivientes, como se ve claramente en el contexto y la sintaxis del texto griego. Todo el contexto trata de la forma en que Dios, como nuestro Padre celestial, castiga a sus hijos terrenales. “Los espíritus” es traducción de una frase griega idiomática que equivale a “nuestros espíritus”

The Epistle to the Hebrews 1. God’s True Sons and Daughters Endure the Discipline of Suffering (12:4–13)

the discipline of earthly fathers is limited by their judgment and prejudices. It is not necessarily in the best interests of those disciplined. God, however, has no such limitation, and his discipline is thus absolutely “for the benefit” of his own

IMPORTANTE!!
The Epistle to the Hebrews 1. God’s True Sons and Daughters Endure the Discipline of Suffering (12:4–13)

The faithful have already “been made holy” through the sacrifice of Christ. Their sins have been cleansed (9:14) and God’s laws have been written on their hearts, enabling them to obey (10:15–18). As they draw near through Christ in order to receive the resources he provides (4:14–16; 10:19–25), they are continually being made holy and empowered to persevere in obedience (10:14). The heavenly Father’s discipline hardens them in obedience, thus confirming them in holy living. When they reach their final destination in the presence of God, his obedient sons and daughters will be confirmed in a character like his. Yet coming to “share in” God’s “holiness” is more than the moral transformation necessary for fellowship with God. Those so transformed will participate in the very life of God through their intimate fellowship with him.58

EJEMPLO DE APELLIDO “ROMERO”
VERSICULOS 10 y 11

En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad. 11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The whole context suggests that right parental discipline involves training or instructing in right living. So the discipline of God, when received in the right manner, trains the Christian in right character, purifying the heart.

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The author admits (v. 11) that the experience of discipline is not pleasant but painful. However, the fruit of the discipline is worth the price of pain

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

Paul wrote the believers at Thessalonica that their sufferings, even while condemning their persecutors, showed the sufferers as worthy of the kingdom of God (2 Thess. 1:4–8). Thus, suffering is a blessing that the Christian should consider a cause of joy because it has a positive outcome in one’s character and relationship with God (James 1:2–4; 1 Peter 3:14; 4:14).

Puede ser que nuestros padres terrenales se equivocaron con su disciplina debido a su criterio defectuoso o a motivos egoístas; sin embargo, “los venerábamos”. ¿Pero cuánto más no debiéramos apreciar y prestar atención a la disciplina de nuestro Padre celestial, un Padre cuya sabiduría y amor permite sólo lo que es para nuestro bien?

El propósito de toda disciplina divina es la transformación del carácter; su meta es la perfección

Cuando los niños y los jóvenes llegan a la madurez —y sólo entonces— pueden comprender todo lo que sus padres, maestros y amigos han contribuido en el desarrollo de su carácter. Este aprecio es, sin duda, un indicio seguro de madurez. Los cristianos maduros aprecian el valor disciplinario de las diversas vicisitudes de la vida mientras están pasando por ellas. Comprenden que el resentimiento frente a la disciplina divina es señal de puerilidad e inmadurez.

The Epistle to the Hebrews 1. God’s True Sons and Daughters Endure the Discipline of Suffering (12:4–13)

To be “righteous” or to be in right relationship with God is indeed to persevere in obedience by faith despite opposition. It is God’s fatherly discipline that perfects this righteousness and brings its “peaceful fruit” to maturity. Within the biblical context “peaceful” describes well-being and wholeness of relationships with God and with the family of the faithful. This “peaceful fruit” only shines brighter amid the gloom of opposition. The euphoria felt by a successful athlete at the end of the race is nothing compared to the “peaceful fruit” matured through perseverance in obedience

El propósito de la disciplina es resolver ese conflicto armonizando las tendencias y los deseos naturales con los principios. Así, la disciplina produce paz. La persona sometida a la disciplina se encuentra en paz con Dios, consigo misma y con sus prójimos.

VERSICULO 12

Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas. 13 «Hagan sendas derechas para sus pies», para que la pierna coja no se disloque sino que se sane

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The picture of “feeble arms and weak knees” portrays exhaustion, an echo of the spiritual and emotional fatigue with which the writer has already shown concern in 12:3, 5. Here, however, he uses a portion of a prophetic passage of encouragement that challenges the readers to hope in God’s salvation and to look to his way of holiness

El cristiano maduro no se cansa ni desmaya (vers. 3) cuando pasa por la disciplina; no deja caer las manos ni vacilan sus rodillas. Como entiende no poco de la naturaleza y del propósito de la disciplina y tiene confianza en la sabiduría y la bondad de su Padre celestial, destierra el resentimiento, el desánimo y la inactividad. Cumple sus tareas con valor y confianza.

Son demasiados los cristianos que sufren de “rodillas paralizadas” y de “manos caídas”. En vez de aceptar la disciplina del cielo, comienzan a culpar a otros por las circunstancias desfavorables en que se encuentran. Rechazan la oportunidad que les proporciona su Padre celestial para desarrollar el carácter. Su vida comienza pronto a dar frutos de disensión y amargura (ver com. vers. 13, 15) en vez del “fruto apacible de justicia” (vers. 11). Cf. Isa. 35:3.

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

The strengthening of the arms and knees, therefore, is figurative of taking heart or hoping in the Lord; this message could not be more applicable to the original hearers of Hebrews, who were trudging along a path of persecution

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

Running a race on an uneven path full of bumps and potholes is not only inconvenient but also dangerous, especially for a person who is not in good physical condition to begin with. In other words, if the hearers choose the wrong path, their spiritual condition will get worse

Hebrews The Discipline of Children (12:3–13)

Thus, the readers are called to follow the Lord’s “level path” of holiness so that their current spiritual condition will result in healing rather than in a more serious spiritual condition.

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