Un encuentro inesperado

Ruta27, mensaje 5  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 8 views
Notes
Transcript

Persiguiendo cucarachas

En alguna ocasión recuerdo haber estado persiguiendo una cucaracha para matarla. cuando no había a dónde ir, el insecto de la nada apareció muerto. Bueno, esa fue la impresión que me dio. Su potencial asesino estaba ahí dispuesto a aplastarla y ella se paralizó. Me confié y en mi pequeño descuido la desgraciada huyó haciéndome zapatear detrás de ella tratando inútilmente de perseguirla para matarla.
Uno de los mecanismo de sobrevivencia que ha hecho a la cucaracha uno de los insectos más durables y sobrevivientes aún a la bomba atómica es su capacidad de “hacerse la muerta”.
Este no es un mecanismo que funciona siempre pero hoy vamos a darnos cuenta que en esencia, el detenerse y concentrarse frente al peligro puede ser, muchas veces, la mejor arma para ser resilientes.
Hay una fuerte tendencia en nosotros a hacer algo respecto a lo que nos pasa. Siempre queremos resolver las cosas, tomar la justicia en nuestras manos, actuar con prontitud y tener iniciativa. Y sí, es cierto que eso es importante, pero también debemos aprender a hacer lo opuesto frente a ciertos momentos en la vida.
La serie Ruta 27 nos está guiando por un camino que nos lleva a estas zonas de descanso, a estas áreas de quietud en donde es posible poner en práctica estrategias como la de la cucaracha, solo que, funciona un poco distinto. Vamos a eso.
Hemos hablado antes que las distracciones no son siempre las mejores estrategias para afrontar los problemas. De hecho las distracciones entran en la categoría de “hacer algo”. Son medidas humanas ante el desgaste.
Nuestra mente inquieta necesita lo contrario: dejar de hacer. Necesita quietud y calma. ¿Es posible aquietar nuestra mente?

Dos factores que nos imposibilitan aquietar la mente

Una muestra de que nos cuesta aquietar es la desconcentración. Nuestra incapacidad para concentrarnos es la evidencia de que no sabemos estar en paz.
Pensemos en por qué no sabemos concentrarnos.
Los pensamientos anzuelo: imagina que tu atención es como un estanque de peces. Alguien de afuera quiere comerse tu potencial, creatividad o concentración y tira un anzuelo; le pone una carnada que le gusta a tu mente y entonces picas el anzuelo y quedaste en el sartén. El anzuelo es algo que nos gusta: colores, sonidos, movimientos, formas, etc. Son factores externos que atraen nuestra atención que incluyen todo lo que nos distrae.
Depredadores internos: siguiendo con el estanque de peces, tu capacidad de afrontamiento también debe cuidarse de los depredadores internos. Estos son más peligrosos que los anteriores. Son depredadores que se formaron dentro del estanque y se confunden con los peces, pero al menor descuido se los comen. ¿Qué son los depredadores internos? Son juicios personales, creencias irracionales, preocupaciones y temores.

¿Por qué debemos aquietar la mente?

¿Realmente, aquietar la mente, es una estrategia tan funcional como lo es para las cucarachas hacerse las muertas?
¿Cuál es el beneficio real de aquietar la mente y cómo nos ayuda esto frente a los problemas, conflictos, congojas y presiones de la vida.
Santiago 1:2–4 NVI
2 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, 3 pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. 4 Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.

Sintonía:

Primero, Santiago pone en sintonía tres elementos.
Paradigma. Frente a la vida y los problemas. Santiago da por hecho que habrá problemas. Considera los problemas como parte de la vida, incluso la fidelidad, la vida cristiana y la obediencia.
Actitud. Frente a la vida y los problemas. Santiago inicia su carta a la Iglesia que está enfrentando persecución diciéndole que deben tener una actitud diferente a lo que parece obvio. En vez de entristecerse o enojarse deben alegrarse.
Tiempo. Frente a la vida y los problemas. Lo siguiente que Santiago dice es que los problemas son temporales. Es un tiempo que pasará. Hay tiempo para todo.

Razones:

Segundo, Santiago explica porqué es importante que esos tres elementos estén sintonizados. Nos da razones para sustentar su argumento.
Creer. Santiago apela al conocimiento de Dios y a la fe; creer que Dios tiene el control; él dice “ustedes saben...”. Es importante creer que Dios está ejecutando su plan y su voluntad en nuestras circunstancias.
Fe. Las situaciones que enfrentamos son una prueba de fe. No las circunstancias dentro de la iglesia sino todas, las familiares, económicas, académicas, laborales, sociales, etc. Dios está usando todas ellas para desarrollar nuestra fe.
Constancia. Ese es un producto de las pruebas. Pero no de las pruebas por sí solas sino de aprender a atravesar las pruebas. La constancia no es una virtud inmediata, requiere tiempo, actitud y un paradigma adecuado.

Mi otro yo:

Finalmente, Santiago nos dice algo muy importante que es prácticamente un descubrimiento inesperado: hay un yo que se está formando a través de las pruebas y los conflictos.
Quiere decir que cuando desarrollamos constancia y paciencia descubrimos que hay un yo en nosotros que es capaz de soportar las adversidades.
El tema interesante es que seguramente nunca conoceremos a ese yo a menos que sea sometido a la prueba.
No nos gustan los problemas ni los conflictos pero estos son necesarios para que el potencial que yace dentro de nosotros sea liberado.
Como ese yo está caracterizado por la perseverancia, no podemos apurarla ni pagar extra para obtenerla más rápido o más fácil. Tenemos que enfrentar los problemas para que sea pulido ese yo.
Note que el texto que estamos leyendo finaliza diciendo: “sin que les falte nada”, esto se refiere a un equipamiento completo, en el que todas las partes que son necesarias están funcionando adecuadamente, de manera eficiente.
Dios trabaja en nosotros a través de las pruebas y va completando nuestro carácter, va integrando lo que nos hacía falta y además nos va dirigiendo para que lo sepamos utilizar.

¿Cómo hacerse el muerto?

Entendemos el valor de las pruebas y de aprender a actuar frente a ellas, no accionando todo el tiempo sino sabiendo que a veces lo que debemos hacer es aprender a concentrarnos.
Quiero compartir una estrategia para favorecer la concentración cuando nos sentimos ansiosos o preocupados. Nos ayudará a aquietar la mente para entonces encontrarnos con nosotros mismos, con ese yo que Dios está formando a través de las pruebas.
La estrategia se llama: 5x5 (todo tiene que ver con el número 5)
Practique la respiración de 5 segundos inhalando, 5 sosteniendo el aire y 5 exhalando.
Reconoce 5 objetos que estén a tu alrededor.
Distingue 5 sonidos que puedas percibir.
Haz contacto con 5 superficies distintas.
Reconoce 5 sabores que alguna vez probaste.
Una vez que tu mente se aquietó puedes reconectarte con tu yo, con lo que Dios está haciendo en tu vida.
Las circunstancias y problemas atraen ansuelos, nuestros conflictos internos crean devoradores pero aquietar la mente nos acerca a nuestro yo en formación, al yo que Dios está formando a través de las circunstancias.
Cuando nos encontramos con nosotros mismos empezamos a vivir como personas integrales que están en las manos de su creador y que reconoce que no tiene todo el control de todo.
Romanos 5:3–5 NTV
3 También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. 5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.
Related Media
See more
Related Sermons
See more