Las leyes contra el Robo

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Introducción

(Aplicaciones tomadas del comentario de Philip Graham Ryken y R. Kent Hughes).
Hemos estado considerando el libro del pacto que Dios le dio a Israel por medio de Moisés su siervo, este libro abarca desde Exodo 20:22 - Exodo 23:33 y básicamente es un código civil dado a la nación de Israel para que los jueces sepan como aplicar los 10 mandamientos en la práctica.
Es una ley casuística, que no abarca todos los casos que pudieran aparecer, no es exhaustiva, no dice que hacer en todos los casos, es mas bien ilustrativa, para que los jueces sepan cómo actuar con sabiduría y usen su mente para abordar otro tipo de casos guardando los principios generales planeados en ella.
Aunque es una ley que no aplica a nosotros el día de hoy, es decir no es vinculante, por cuanto no somos la nación de Israel, el hecho que haya sido dada por Dios a Moisés, implica que como creyentes podemos extraer de esta ley principios generales de justicia para aplicarlos en nuestra vida, en la familia, en la iglesia y en nuestra sociedad.
Hasta ahora hemos visto algunos principios tocantes a la adoración, a la vida laboral y la protección de la familia y de la vida humana. Estos principios tenían que ver con la aplicación de los primeros 7 mandamientos de la ley de Dios.
Hoy en Exodo 22:1-15 veremos algunos principios sabios tocante al 8 mandamiento “No hurtaras” que como ya vimos, no solo nos manda abstenernos del acto físico de robar, sino que de manera positiva nos ordena cuidar del bien ajeno. Este mandamiento establece el derecho a la propiedad privada.
Hermanos como ya hemos visto, Dios en estas leyes nos muestra su interés en que toda nuestra vida, tanto privada como publica sea rendida a su Señorío. Estas leyes nos recuerdan que Dios desea ser Señor en cada asunto de nuestra vida, ahora que hemos sido redimidos en Cristo.
Nuestra nueva vida en Cristo debe cambiar la forma en que vemos a los demás, tanto dentro, como fuera de la iglesia. Dios no solo espera que el evangelio nos constriña amarle a Él por encima de todas las cosas, también demanda de nosotros que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mimos y veremos como en estas ordenanzas que consideraremos hoy, se nos llama de manera especial a tener cuidado del bienestar de nuestros vecinos, esto implica que no solo debemos evitar apropiarnos del bien ajeno, sino que también debemos ser diligentes en velar por el bien ajeno.
Si nosotros comenzamos a aplicar estos principios de manera personal, en todas nuestras relaciones (Familiares, Laborales, eclesiásticas y civiles) quizás podamos influenciar a las próximas generaciones, y podamos ver como el evangelio puede permear la cultura y dejemos de ser conocidos por ladrones y pillos.
Lastimosamente vivimos en una cultura de ladrones, nos robamos todo (30 % de loso usuarios del trasporte publico roban el servicio, los bogotanos se han robado 18 millones de pesos del mobiliario publico en menos de 2 años, algunos administradores públicos se han robado todo lo que el gobierno destino para las obras de la ciudad) y lo peor es que no se hace justicia, pero ustedes ya saben esto.... Este mensaje es urgente, si hemos de ver un cambio en la cultura ciudadana, este cambio debe iniciarlo el Señor en nosotros primeramente, espero cada uno de nosotros pueda identificar su propio pecado al quebrantar este mandamiento y ruegue al Señor que traiga arrepentimeinto genuino y nos ayude a crear una cultura que honre la propiedad privada y la proteja.
Leamos Juntos la palabra de Dios
Éxodo 22:1–15 NBLA
»Si alguien roba un buey o una oveja, y lo mata o vende, pagará cinco bueyes por el buey y cuatro ovejas por la oveja. »Si el ladrón es sorprendido forzando una casa, y es herido y muere, no será homicidio. »Pero si ya ha salido el sol, será considerado homicidio. Ciertamente, el que roba debe hacer restitución. Si no tiene con qué, entonces será vendido por el valor de su robo. »Si lo que robó, sea buey o asno u oveja, es hallado vivo en su posesión, pagará el doble. »Si alguien deja que un campo o viña sea pastado totalmente, y deja suelto su animal para que paste en campo ajeno, hará restitución con lo mejor de su campo y con lo mejor de su viña. »Si estalla un incendio y se extiende a los espinos, de modo que las cosechas, amontonadas o en pie, o el campo mismo se consuman, el que encendió el fuego ciertamente hará restitución. »Si alguien da a su vecino dinero o cosas a guardar, y son hurtados de la casa de este, el ladrón, si es hallado, pagará el doble. »Si no es hallado el ladrón, entonces el dueño de la casa se presentará ante los jueces, para determinar si él metió la mano en la propiedad de su vecino. »En toda clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa perdida, de la cual se pueda decir: “Esto es mío”, la causa de ambos se llevará ante los jueces; y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino. »Si alguien da a su vecino un asno, un buey, una oveja, o cualquier otro animal para ser guardado, y muere o sufre daño, o es robado sin que nadie lo vea, los dos harán juramento delante del Señor de que no metieron la mano en la propiedad de su vecino, y el dueño lo aceptará, y el otro no hará restitución. »Pero si en verdad el animal le ha sido robado, hará restitución a su dueño. »Si ha sido despedazado, que lo traiga como prueba. No hará restitución por lo que ha sido despedazado. »Si alguien pide prestado un animal a su vecino, y el animal sufre daño o muere en ausencia de su dueño, hará completa restitución. »Si el dueño está presente, no hará restitución. Si es alquilado, solamente pagará el alquiler.
Estas leyes se ocupan de 3 situaciones relacionadas al 8 mandamiento, que como dijimos trata de la protección de la propiedad privada, Dios le otorga a cada persona posesiones para que las administre para su gloria, para el disfrute personal y para el beneficio de otros, por lo tanto esta mal que otros se las quiten.
Estas leyes responden a la pregunta ¿Que pasa si alguien roba lo que no es suyo, o echa a perder lo que pertenece a su vecino, o es descuidado con el bien ajeno?, vamos a estudiarlas para ver los principios generales que estas leyes nos enseñan como creyentes hoy.

1. ¿Qué pasa si alguien roba lo que no es suyo? 1 - 4

Estos casos consideran el robo de animales, era algo común, como robarse hoy celular, un computador o un carro. Los animales eran una parte importante en esta comunidad agrícola, eran una fuente de riqueza en Israel.
El caso de los Bueyes, eran una herramienta importante para el trabajo pesado y costaba entrenarlos, eran mas costosos y las ovejas eran una fuente de provisión.
Si alguien robaba un buey, y era descubierto, debía indemnizar a la víctima 5 veces por un buey.
Si se trataba de una oveja y el ladrón era descubierto, debía indemnizar a la víctima 4 veces por cada oveja.
Si se descubría que el ladrón tenía el animal vivo, solo debía devolver el doble, es decir, un animal adicional. Vs. 3
Si para robar a alguien el ladrón entraba en la propiedad de alguien, allanamiento de morada:
Si era de noche, el ladrón podría ser golpeado y eventualmente podría morir. En tal caso el que estaba protegiendo su casa, no debía ser juzgado como culpable de homicidio. En este caso, la vida tiene prioridad, y el propietario de la casa tiene derecho a proteger a su familia a expensas de la vida del intruso.
Si era de día, y el ladrón muere, entonces la víctima se convertiría en asesino y debe ser juzgado según la ley anterior.
Aquí hay un principio importante, el robo es un delito menor, por lo que el ladrón no debe ser juzgado con la pena de muerte, solo debe compensar a su víctima por los daños infringidos.

2. ¿Qué pasa si alguien echa a perder lo que no es suyo? 5- 6

Estos casos son accidentes:
Alguien fue descuidado con sus rebaños, como no habían cercas en los campos, sus animales traspasaron el lindero del vecino y echaron a perder su campo comiendo la hierba de sus ganados. Cuando esto pasaba, no podía solo decir: “qué pena vecino, fue un accidente no volverá a pasar, o tendré mas cuidado la próxima vez”. No, Dios demanda que compenses a tu vecino por la perdida. Las cosas tiene que salir bien para tu vecino, el no tiene que pagar por tu descuido. Debes devolver lo mejor.
Lo mismo aplicaba para los incendios forestales. Estaban despejando el suelo y lo quemabas, el fuego se esparcía y traspasaba los linderos del vecinos. Debías compensarlo por su perdida. Aunque no era la intención quemarlo, debías restituir lo que el vecino perdió.
Esto es responsabilidad civil, es un principio bíblico. Dios espera que seamos responsables por nuestras acciones, sea que tengamos o no la intención de dañar el bien de otros.

3. ¿Que pasa si alguien es descuidado con el bien ajeno?

Era una practica muy común en este tiempo, dejar las posesiones mas preciadas al cuidado de un vecino si salías de viaje o de paseo con tu familia. En ese tiempo no habían bancos, cajas de seguridad, puertas, porterías, cámaras de seguridad, etc.
Si alguien dejaba al cuidado de un vecino sus cosas y las encontraba tal cual, no pasaba nada.
Pero que pasa si el vecino perdía algo por descuido, o porque le gusto lo que el vecino tenía y lo tomo para él ¿Cómo saber si me robo el vecino o fue descuidado o si efectivamente le robaron y fue una víctima?
Vs. 7 Si fueron robados y el ladrón es descubierto. Debe pagar el doble por lo robado.
Vs. 8 si el ladrón no es descubierto, el sospechoso principal es el vecino custodio ¿Está diciendo la verdad?. Los jueces debían investigar la situación. Si el vecino resultaba ser el ladrón, debe pagar el doble por lo robado. Si estaba diciendo la verdad, no debía pagar nada. Lo mismo aplicaba para el ganado Vs. 10-11 - Si la víctima sospecha de su vecino. será suficiente el juramento del vecino para no tener mas sospechas y no se requería sustitución. "Que Dios trate conmigo, ya sea tan severamente, si robé tus tres ovejas o si estoy mintiendo. Que el castigo de Dios descanse sobre mí si no te digo la verdad" , Si me lo dices directamente a los ojos con Dios como tu testigo, te voy a creer.
Vs. 12-13 si los animales fueron robados y el vecino no hizo nada para evitarlo, por su negligencia, debía restituir a su vecino. Pero si el animal era atacado por un depredador, no tenia que pagar nada, el cadaver podría servir de prueba.
14-15 tiene que ver con los prestamos. Te prestaron algo y no lo cuidaste, se daño. Tienes que asumir toda la responsabilidad y restituir totalmente lo que se daño. Salvo si el dueño estaba presente en el accidente, en tal caso el propietario asumía la responsabilidad. El propietario también tenía que asumir la responsabilidad si el animal era alquilado en lugar de prestado. En este caso, se suponía que el precio del alquiler cubría la pérdida.
Estas leyes nunca tuvieron la intención de cubrir todos los casos. Cada vez que el pueblo de Dios tuviera una disputa de propiedad que no estuviera cubierta por una de estas reyes casuística, debían llevar su caso ante los jueces y ellos debían tomar una decisión para tratar con justicia el asunto Exodo 22:9
Éxodo 22:9 NBLA
»En toda clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa perdida, de la cual se pueda decir: “Esto es mío”, la causa de ambos se llevará ante los jueces; y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino.
Si notan, nadie podía decir “me encontré esto, por lo tanto es mio”, es imposible, alguien tenía que ser el dueño y el que lo encontraba tenia la responsabilidad civil de asegurarse de que la persona lo recuperara.

Aplicación:

Estas leyes le enseñaron a Israel a respetar la propiedad de los demás. Y le dieron al pueblo algunos principios para tratar con las controversias entre hermanos de una manera justa, teniendo en cuenta las intenciones y las circusntancias.
Al exigir el doble de compensación, se estaba disuadiendo a los ladrones potenciales. Si eran atrapados debían restituir y devolver el doble, es decir que perderían justamente lo que pensaban ganar, en lugar de enriquecerse ahora se empobrecían. El robo debe resultar en el enriquecimiento de la víctima y el empobrecimiento del ladrón. Imaginen si la única pena por robo fuera devolver lo robado, se alentaría a buscar estrategias de robo para no ser descubierto, lo pero que podría pasar, era que debía devolver o robado, esto no disuade a nadie.
La restitución compensaba a la víctima de robo. Que no solo recuperaba lo que se le robaron, sino que obtenía el doble por su tiempo y esfuerzo.
Esta manera de tratar con el pecado, daba lugar a restablecer las relaciones rotas por causa del pecado. Estas leyes protegían la propiedad privada y la vida de las personas que robaban. Las leyes de ese tiempo, demandaban en muchos casos, muerte para el ladrón. La ley de Dios era menos dura y más justa porque protegía la propiedad sin destruir la vida.Dar muerte a un ladrón, no es justo ante la ley de Dios.
Si un ladrón no tenía cómo pagar, podía ofrecerse como esclavo para pagar, ya saben lo que esto implicaba para el, una nueva oportunidad de hacer con sus manos lo que es bueno y restaurar su vida.
No hay nada en la ley de Dios que demande cárcel para el ladrón, esto no es justo, no hay disuasión, no hay restauración, ni justicia para la víctima de robo o fraude.
La justicia de Dios también exige que hagamos las cosas bien, cuando se trata del bien ajeno. No podemos esperar que otros paguen por lo que es nuestra responsabilidad. Una disculpa es un buen comienzo, pero la justicia exige que hagamos las cosas bien y restituyamos la perdida de nuestro prójimo.
Dañaste algo en una visita, págalo o remplázalo.
Dañaste cualquier pertenencia de tu prójimo, de tu trabajo o de la iglesia. Págalo.
Tomaste prestado algo de tu prójimo y lo echaste a perder. Restituye y devuelve el objeto como nuevo.
Es nuestra responsabilidad reparar cualquier daño que hagamos, tengamos la intención de hacerlo o no.
A veces las víctimas pueden volverse exigentes. A pesar de esto, está bien que la víctima recupere lo que perdió justamente. ¿Cuántos problemas no evita esto en nuestras relaciones y cambiaría radicalmente nuestra cultura?
Pon esto en práctica hoy, esto es arrepentimiento y fe.
¿Me he quedado con algo o tomado algo que no me pertenece?
¿Me he aprovechado de un cliente en un negocio?
¿Hay algo en mi casa que no me pertenezca? Incluso si es algo que fue robado hace mucho tiempo, debe devolverse.
Para estar bien con Dios, necesitamos hacer las cosas bien con los demás, lo que significa devolver todo lo que no nos pertenece.
Recuerden a Zaqueo, un hombre que se arrepintió verdaderamente de su pecado al conocer la gracia del Señor.
Zaqueo, era “el capo del cártel fiscal de Jericó” era un estafador. Lucas 19:2 “Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico,”
¿Cómo sabemos que confió en Jesus verdaderamente? Hizo restitución, aplico los principios generales de la ley de Dios. Lucas 19:6-8 “Entonces él se apresuró a descender y lo recibió con gozo. Al ver esto, todos murmuraban: «Ha ido a hospedarse con un hombre pecador» Pero Zaqueo, puesto en pie, dijo a Jesús: «Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguien, se lo restituiré cuadruplicado»”
Según el libro de Levítico 6:4-5, si un hombre confesaba un robo por su propia iniciativa, sólo tenía que devolver lo que había robado más una quinta parte de su valor. Lo que hizo Zaqueo, por lo tanto, fue mucho más de lo que requería la ley. Estaba pagando el 400 por ciento cuando todo lo que debía era el 120 por ciento.
Al hacer esto, se estaba poniendo a sí mismo en la peor categoría de ladrones, contándose a sí mismo como el jefe de los estafadores. Sabía que era tan malvado como el pecador más despreciable, como un ladrón de ovejas o un ladrón de ganado. Esto es lo que sucede cuando los pecadores vienen a Jesús.
Tan pronto como vemos a Jesús como realmente es, en toda su belleza, nos vemos a nosotros mismos como realmente somos, en todo nuestro pecado. ¿Recuerdas lo que Jesús le dijo? "Hoy ha llegado la salvación a esta casa..."
Saqueo confeso que era un ladrón y restituyo a las personas que robo según la ley de Dios. Estaba dispuesto a perder por amor a Cristo. No intentaría mas obtener ilícitamente su sustento.
Zaqueo fue un paso más allá. No estaba contento simplemente con compensar los pecados del pasado, quería servir a Dios de inmediato y quería hacerlo con su dinero, en el área de la vida en la que era tan pecador. Así que comenzó a vaciar sus bolsillos y le dijo a Jesús: “¡Mira, Señor! Aquí y ahora doy la mitad de mis bienes a los pobres” (Lucas 19:8a).
Esto es lo que sucede cuando un pecador viene a Jesús. En agradecimiento a Dios por su maravillosa gracia, queremos hacer mucho más que simplemente cumplir con los requisitos mínimos de la ley. Respondemos al evangelio ofreciendo todo lo que somos y todo lo que tenemos para el servicio de Dios y del prójimo.
Efesios 4:28 NBLA
El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.
Haz robado, inicia arrepintiéndote de tu pecado, confesando ante Dios, mira la gracia de Cristo, que fue a la cruz para tomar el lugar de los ladrones, luego devuelve lo que te robaste y compensa la perdida de otros por tu negligencia. Ruega a Dios por un nuevo corazón, que en lugar de tomar lo que no te pertenece, trabajes para compartir lo que te pertenece con otros de manera libre.
Es bueno dejar de robar, pero la gracia debe llevarnos a pagar lo que debemos, y a servir a otros por amor a Cristo.
PREGUNTA 87. ¿Qué es el arrepentimiento para la vida? RESPUESTA: El arrepentimiento a la vida es una gracia salvadora, por la cual un pecador, por un verdadero sentido de su pecado, y la aprensión de la misericordia de Dios en Cristo, se vuelve, con dolor y odio a su pecado, de él a Dios, con pleno propósito y procura una nueva obediencia.Catecismo más corto de Westminster
Eso es lo que Jesús vio en Zaqueo: una nueva obediencia.
Escucha: puedes hacer lo correcto sin estar realmente arrepentido, pero no puedes estar verdaderamente arrepentido a menos que empieces a hacer lo correcto.
Es posible que alguien en Israel pueda seguir las leyes de Éxodo 22, pagando a los bueyes y las ovejas, sin que su corazón esté involucrado. Pero si a su corazón ha sido trasformado por la gracia, va a querer obedecer a Dios.
Señor, la mayoría de nosotros somos ladrones respetables, el robo que hacemos no se ve, no es tan obvio como el hombre rompiendo una pared de mortero por la noche para robar los bienes de otro hombre, no es tan obvio como robar en tiendas, puede que ni siquiera sea tan obvio como robar al gobierno en la falsificar las declaraciones de impuestos sobre la renta, Habiendo visto la gloria de Tu Ley, habiendo mirado en el espejo de esa Ley real, habiendo visto nuestro propio pecado, muévenos a odiar ese pecado y a correr hacia nuestro Salvador que puede lavarnos limpios, que puede perdonarnos y que puede convertirnos en lo que no somos, santos, rectos, agradables a Tus ojos. Esto lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.
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